Un especialista en educación analizó si son o no necesarias las pruebas

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Recientemente llamó la atención las declaraciones de la viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puiggrós, sobre cómo será durante los próximos cuatro años la forma de evaluar a los alumnos en la Argentina y sobre si el país seguirá participando en pruebas internacionales como PISA y TERCE.

En un reciente artículo, Puiggrós se pronunció en contra de las «pruebas estandarizadas» y admitió que están estudiando cambios en la forma de avaluar a los alumnos, porque «la evaluación estandarizada ha sido usada como un elemento de control». 

Alejandro Castro Santander, psicopedagogo institucional, licenciado en Gestión Educativa y una de las personas que más sabe de Educación en Latinoamérica, dio su opinión sobre las polémicas declaraciones de la funcionaria.

Alejandro Castro Santander

«El tema de la evaluación siempre ha sido clave en la Educación, entonces ya al hablar de evaluación, no debería darle connotaciones negativas«, dijo Castro Santander este martes en diálogo con el programa Te digo lo que pienso que conduce Ricardo Montacuto por Radio Nihuil.

En referencia a los dichos de Puigross, dijo que «se habla de una ‘herramienta de control’, sí, lo es, pero de control del Estado de un proyecto y un proceso, pero ella toma la palabra control como de controlar al otro, en el sentido negativo, entonces eso ya corre por parte de su mirada».

Para Castro Santander, «la evaluación es el sentido de ser o de convertirse en una herramienta de gestión, es decir, necesito conocer el estado de las cosas para tener información. Y lo más importante es conocer para mejorar».

«Hay muchos sistemas de evaluación, y un Gobierno puede aceptar los internacionales, nosotros tenemos el PISA, por ejemplo, que es de la OCDE, pero hay otros, porque necesitamos tener datos para a partir de esos datos, mejorar. No tiene otra función», calificó.

«La evaluación es parte de un proceso educativo, no la última parte. Acompaña un proceso para tener datos y poder mejorarlos», insistió el especialista.

Con respecto a la decisión de la DGE en Mendoza de eliminar las mesas de marzo y evaluar al alumno en un proceso, Castro Santander opinó: «También puede pasar que uno pueda hacer mal el bien. La evaluación es algo positivo cuando se cumplen con las condiciones de una evaluación».

«Los más viejos tuvimos evaluaciones sumativas, íbamos sumando puntos y después se promediaba y se nos decía ?sos un siete? o un diez. Hoy, si respetamos el modelo de ahora, que es el de evaluación formativa, lo que se hace es ir conociendo cómo va el proceso, se va midiendo para ver qué es lo que funciona y qué no está tan bien para irlo mejorando. Pero estamos haciendo algo de eso, y al final de ese proceso, convertimos el sistema en un híbrido. Por eso pasa lo de las mesas de marzo, por ejemplo».

«No tenemos un sistema de evaluación claro, porque no respetamos el sistema de evaluación formativo, dejamos que el sistema haga lo que a uno le gusta, para que se queden más alumnos y no haya repitencia», consideró.

«El sistema de evaluación formativo es mucho más complejo, porque se analizan indicadores que se elaboran y que son muy duros y concretos que hay que ir cubriendo. Que es lo que pasa en Finlandia, donde el alumno no repite. Ellos evalúan como la mayoría de los países de Europa, que es por competencia, un mediador entre el contenido y la realización, que es demostrar en una serie de actos que el chico alcanza la competencia que se quería», detalló.

«En este momento estoy en México y ellos ni se les ocurre salir de estos sistemas de mediciones internacionales, porque los necesitan para poder mirarse«, consideró.

Mendoza Post


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