Los primeros grados, los que más pierden en la educación remota

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Los alumnos que han perdido medio año de clases presenciales en segundo grado habrán perdido el equivalente a 1,8 años de aprendizaje cuando estén en cuarto año de secundaria.

Esta es una de las conclusiones que se desprende del informe “Estimación de pérdidas de aprendizaje relacionadas con la pandemia de Covid-19”, del Observatorio de Argentinos por la Educación que presenta los resultados de las investigaciones del programa internacional Research on Improving Systems of Education (Rise) sobre las consecuencias a largo plazo de los cierres escolares por la pandemia.

Según el documento, los cierres de las escuelas podrían causar grandes pérdidas de aprendizaje, especialmente en niños de los primeros grados. La investigación plantea, incluso, que si no se aplican medidas para mitigar el rezago, el retraso podría profundizarse en el retorno a las aulas.

El estudio sostiene que en el regreso a la presencialidad, la mayoría de los chicos asimila menos contenidos de los propuestos en el plan de estudios. Esto se explicaría no sólo por la interrupción de clases presenciales, sino también porque los diseños curriculares son demasiado ambiciosos en relación con los niveles reales de aprendizaje de los estudiantes.

CÓMO RECUPERAR

El informe muestra diversos escenarios de recuperación de aprendizajes y subraya que el regreso a las aulas no alcanza por sí solo para que los chicos se pongan al día. Es decir, que es preciso aplicar estrategias específicas para mitigar la ausencia de clases presenciales y para que no continúen retrasándose.

Las pérdidas de aprendizaje iniciales no solo son más graves en los primeros años de estudio, sino que pueden acumularse a largo plazo, indica el estudio.

Sin embargo, dice, las medidas de adecuación de la currícula a largo plazo son eficaces para compensar e incluso mejorar los aprendizajes, en especial, al inicio de la escolaridad.

“El retorno a las escuelas muy probablemente encuentre a las alumnas y alumnos con importantes pérdidas de aprendizaje. Muchos de ellos también enfrentan situaciones difíciles en el plano socioemocional. Es imperativo que los sistemas educativos estén preparados para responder de manera apropiada. Ello requiere diagnósticos de aprendizaje y bienestar socioemocional en todas las escuelas y aulas, y esfuerzos de educación remedial orientados a garantizar aprendizajes básicos para todos”, plantea Ariel Fiszbein, director del programa de Educación del Diálogo Interamericano.

Con respecto a las estrategias de “remediación”, el informe señala que tienen buenos resultados en los estudiantes de desempeño medio en el corto plazo. No obstante, los alumnos con los mejores rendimientos aprenden menos de lo que podrían haberlo hecho sin la aplicación de estrategias compensatorias.

Una combinación de planes de remediación a corto plazo con reorientación de la currícula a largo plazo beneficia significativamente a los estudiantes de desempeño medio y alto, lo que resulta en un aumento general del aprendizaje y una disminución en la proporción de alumnos que no aprenden nuevos conocimientos.

La investigación destaca que es necesario trabajar en ambos sentidos: adaptar los contenidos en el retorno inmediato de los estudiantes, y a la vez repensar la currícula de los años siguientes.

Lavoz.com.ar


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