Gracias a un proyecto educativo, un grupo de maestros logró prevenir la hidatidosis

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Silvana Arnaudo confiesa que le resulta difícil hablar. Está muy emocionada porque ella y su equipo ganaron el primer premio del concurso Maestros Argentinos, donde participaron 1.500 proyectos y solo diez llegaron a la final. El de ella, que se llama «La escuela Rural: el mejor lugar para prevenir la hidatidosis«, ganó un millón de pesos que puso el Ministerio de Educación para que ella siga desarrollando su proyecto.

Silvana llegó a la Ciudad desde Mapis, una zona rural muy aislada de Olavarría. Allí, dirige la Escuela de Educación Primaria n° 35, que tiene tan sólo 17 alumnos. Ya en el auditorio del Centro Cultural Kirchner (CCK), en medio de las felicitaciones y las charlas ocasionales, Arnaudo explica el proyecto y cuenta que nació en el 2014 como consecuencia de la muerte de un chico de seis años a causa de la hidatidosis, una enfermedad parasitaria, provocada por las larvas, que se transmite por la ingestión de alimentos infectados y que forma quistes en órganos vitales, como el hígado y el pulmón.

«Empezamos a trabajar por el gran desconocimiento de la gente del lugar y porque es una zona con una alta población perros, los cuales trasmiten la enfermedad», cuenta Silvana. Para lograr conciencia y prevenir la enfermedad, la maestra recibió la ayuda de los mismos alumnos, quienes elaboraron fichas, controles y tabularon datos sobre la cantidad perros y fechas de desparasitación. «Los chicos se convirtieron agentes de zoonosis y cada uno tiene dos familias bajo su control«, añade la docente.

Después de cuatro años de experiencia y trabajo, Arnaudo y sus alumnos lograron reducir la cantidad de perros infectados y subir la prevención y la conciencia entre los habitantes de la zona. «Ahora queremos replicar nuestra experiencia y hacer una red para que todos hagan lo mismo y podamos erradicar esta enfermedad», señala.

Silvina se muestra apasionada por lo que hace. Y lo demuestra en cada palabra. «Estamos dedicadas a esto. Todo el tiempo. Esto es un premio al compromiso y a la constancia», expresa.

María Marta Mallea, cooperadora de la escuela, cuenta cómo es estudiar en ese lugar: «No hay luz, no hay señal de celular, hay que hacer camino de tierra». Por eso remarca la importancia que tienen los docentes en esa comunidad. «Cada vez que la directora los convoca todos los padres van, y nos quedamos varias horas hablando hasta tarde, a veces compartiendo unos chorizos».

La hidatidosis es una enfermedad endémica en la Provincia de Buenos Aires de la cuenca del Salado hacia el sur.  «La mejor forma de prevenir es la escuela. Porque educa al chico, el chico transmite a su casa y cambiamos hábitos culturales», dice.

Mallea también cuenta que los alumnos cambiaron la estación de trenes de Mapis, que estaba totalmente abandonada. La convirtieron en un museo de la comunidad donde está toda la historia del lugar y sus fundadores. «Eso con el tren se fue. Por eso hicimos el museo, para que todos lo chicos quieran el lugar», apuntó.

Reciclar basura para hacer hormigón

El segundo premio, de 500 mil pesos, lo ganó el proyecto «Revestimos reciclando por un mundo mejor«, el cual impulsa un grupo de docentes de la Escuela Técnica N°1 de Caleta Olivia, Santa Cruz.

Julia Olivera, docente de esa institución, explica que la idea nació en el medio de un paro docente del año pasado, en ese provincia, que duró más de 100 días. «Los alumnos sentían la necesidad de hacer algo», recuerda. Y en ese momento surgió el proyecto de modificar hormigón usando materia prima con elementos reciclados, como botellas de vidrio y de plástico.

Esto luego se convirtió un proyecto institucional, que este año avanza hacia una nueva etapa. «Este año los chicos están innovando en la tecnología del hormigón, a partir del fundido de latas de aluminio», agrega Olivera, que remarcó la inquietud, el trabajo y el compromiso de los alumnos.

Julia adelantó que ya están pensando en montar un laboratorio de ensayos de hormigón y de suelos en Caleta Olivia. «No hay ninguno», dice. Y agrega: «Esto va a beneficiar a la comunidad, porque vamos a trabajar en la producción de adoquines para revestir las veredas».

Claudia Sesto, que también es profesora de esa escuela, recalcó que el objetivo final del proyecto es enseñarle a los alumnos que «a través de una idea, ellos podían crear su propio trabajo».

Clarin


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