Francisco D’Onofrio, coordinador del Programa de Atención Integral de la Obesidad, dijo que el programa tiene el objetivo de concientizar a los docentes, ya que son los que tienen mayor contacto con los chicos. «Tienen que conocer la gravedad de esta enfermedad que no solo afecta la salud física sino también mental, debido a que los pequeños que la padecen son frecuentemente discriminados por su pares”, explicó.
“Es importante que los docentes sean promotores de este cambio de vida saludable, promoviendo una alimentación diferente para que los chicos puedan incorporar hábitos más sanos en su nutrición y también en su actividad, con educación física”, añadió D’Onofrio.
La capacitación tiene puntaje docente y apunta hacia un trabajo multiplicador del educador y de los agentes de salud, con el objetivo de replicar esta primera experiencia a distintas áreas, de manera trasversal.
La idea se lleva a cabo por una articulación entre Salud Pública y Educación, según explicó Marcelo Romero, secretario de Estado para Coordinación Educativa.
Con 200 docentes concurrentes, la formación se divide en dos módulos. La licenciada Lucia Vallejo Trejo del Centro Provincial de Trastornos Alimentarios, detalló que en la primera parte se hará hincapié en el cuidado y la situación nutricional de los niños, las consecuencias que tiene en el desarrollo integral de la persona. En una segunda instancia se brindarán herramientas sobre alimentación saludable.
La capacitación incluye además propuestas alimentarias para el desayuno y la colación, con la idea de revalorizar alimentos regionales.
“Esta epidemia es tan grande que todos los sectores deben estar involucrados, por eso es necesario desde Salud preparar al docente que tiene más cercanía con el niño”, destacó Vallejo Trejo.
La Gaceta