En educación, tenemos varias deudas pendientes

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La educación argentina está peor o mejor que hace 20 años? ¿Hay más chicos en la escuela? ¿Están escolarizados pero abandonan? ¿Cuántos alumnos hay por cargo docente? ¿La situación es igual en todas las provincias? ¿Cuánto se invierte en educación? ¿Mejoraron los resultados de aprendizaje?

Las anteriores son solo algunas de las preguntas que se pueden responder en el informe El estado de la educación en la Argentina, elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación. Junto a Nicolás Buchbinder y Axel McCallum analizamos la educación argentina en base a más de 20 años de estadísticas educativas. Como en otros campos, no existe un indicador que sintetice el estado de la educación.

A nivel individual, un chequeo de rutina de salud incluye una decena de indicadores. A nivel macro, la revisión de la economía de un país requiere, entre otros, datos sobre situación fiscal, productiva, laboral, de distribución del ingreso, del sector externo. En este informe, mostramos la evolución de la educación argentina a partir de cinco aspectos: El acceso, es decir, la posibilidad de los chicos de ir a la escuela Las trayectorias escolares. Los docentes. La inversión en educació. Los resultados en pruebas de aprendizaje. Encontramos avances y desafíos.

Con respecto a los avances, los datos nos muestran que hay más chicos en la escuela. Entre 1996 y 2018 la cantidad de estudiantes se incrementó casi en un millón en el jardín de infantes y más de un millón en el nivel secundario. Hace décadas que el país cuenta con una cobertura prácticamente universal en primaria. En 1998, en el jardín de infantes, la mitad de los chicos de entre tres y cinco años asistía al nivel. Los datos más recientes muestran que el país mejoró 20 puntos en 20 años. En 1998, tres de cada cuatro adolescentes en edad de ir a la secundaria estaban escolarizados en ese nivel. Veinte años más tarde son nueve de cada diez.

Así cayó la inversión en educación en Argentina Un segundo avance se observa en cierta mejora en las trayectorias escolares: en base a una estimación de cohortes teóricas, en el nivel secundario, de cada 100 estudiantes que en el año 2007 se encontraban en el primer año de la secundaria en la edad correspondiente vemos que, seis años después, había 53 en el último año del nivel. Si miramos los datos de la cohorte 2013-2018, el número subió a 64. Eso, si miramos el vaso medio lleno. El vaso medio vacío nos muestra que hay 36 que se quedan en el camino. Con respecto a los desafíos, si bien a lo largo del período el país ha incrementado los recursos destinados a la educación medidos como porcentaje del PBI, se observa disparidad en la asignación de los recursos, tanto al mirar la cantidad de alumnos por cargo docente como en la inversión por alumno en el sector estatal.

Por último, vemos resultados de aprendizaje que, de acuerdo a las pruebas estandarizadas Aprender, son bajos y desiguales. Por ejemplo, los resultados de la prueba de matemática en el último año del nivel secundario muestran que solo uno de cada 100 estudiantes de nivel socioeconómico bajo logra el mejor nivel de desempeño.

En el nivel socioeconómico alto la situación también es desafiante: 12 de cada 100 estudiantes logran el mejor nivel de desempeño. ¿Es la educación pública una prioridad en la Argentina?

En las dimensiones analizadas el país ha dado varios pasos importantes en cuanto a cobertura y logró cierta mejora en las trayectorias escolares. Todavía persisten desafíos en relación con la equidad, la finalización a tiempo de la secundaria, la asignación de los recursos y los resultados de pruebas de aprendizaje.

*Director Técnico en el Observatorio Argentinos por la Educación. (El informe completo puede descargarse de www.argentinosporlaeducacion.org)

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