Educadores de todos los niveles a lo largo y ancho del país contaron los pro y contras de la enseñanza virtual

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La llegada del coronavirus a Argentina hizo que la vida de todos cambie total o parcialmente. La cuarentena hizo que estemos más tiempo en casa, que cambiemos hábitos de higiene y también que pasemos de clases en el colegio a enseñar virtualmente desde casa.

Las escuelas se cerraron una semana antes de que comenzara el aislamientos social, preventivo y obligatorio hace más de 120 días. Ya pasó un cuatrimestre y docentes de todos los niveles contaron a Vía País su experiencia con esta nueva modalidad.

Si bien muchos educadores resaltan que en las capacitaciones recibieron información para implementar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el pasaje abrupto de la modalidad presencial a la virtual dejó en evidencia desigualdades y falencias tanto entre los docentes como los alumnos.

“Tuvimos que buscar la manera de hacer escuela sin escuela”, sostuvo Mariana Piazza, oriunda de Azul pero que se desempeña como docente especial en Ciudad de Buenos Aires. Y en diálogo con Vía Azul resaltó: “Esta situación me lleva a reafirmar el valor de la escuela como lugar de encuentro con otros“.

Andrea docente de nivel inicial, dijo a Vía Carlos Paz que “está cuarentena nos encontró de un día para el otro, tratando de organizarnos como pudimos, utilizando nuestras herramientas tecnológicas en las condiciones en las que estaban para poder seguir comunicados con nuestros alumnos“.

Escuela en casa: clases virtuales.

Escuela en casa: clases virtuales.

Por su parte Silvia Muñoz, maestra de 3º grado, reconoció en diálogo con Vía Arroyito que “con esta situación me siento un poco impotente, insatisfecha con lo que podemos realmente entregar. Es muy dificil de convivir todos los días con esta nueva modalidad”.

“Educar en tiempo de cuarentena fue y es un proceso complicado, pero no imposible, se debe tener mucha paciencia y debemos estar preparados a cualquier situación que se nos presente”, señaló Mariel Coronel, docente del nivel primario en Tucumán.

Clases a través de videollamadas, audios, cuadernillos, videos en YouTube, mail y hasta fax, de ese modo preparan las clases para poder llegar a cada uno de sus estudiantes. “Tenemos muchos alumnos que viven en las estancias de la región […]. Zonas sin buena señal de celular. Articulamos con los patrones y enviamos textos por fax. Cualquier método es válido para educar“, aseguró en diálogo con Vía Santa Fe, Adriana Eguía docente de Rufino.

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Atraer y motivar, son unos de los principales objetivos de los educadores que viven esta pandemia con incertidumbre iguala que los chicos, pero siguen reinventándose día a día. Es el caso de Daniela Montaño, maestra sanjuanina de música que se convirtió en youtuber de tanto pensar, preparar y editar sus clases para compartirlas por video a sus alumnos.

“Me sentí identificada con varios de mis alumnos porque no tenía los recursos tecnológicos para poder cumplir con mi tarea. Tuve que colocar internet en casa y comprar una computadora nueva”, contó Griselda Rudy maestra de primaria a Vía Mendoza, estos gastos extras se replicaron en los hogares de docentes y estudiantes.

El cumplimiento de las tareas es dispar y en este aspecto también se notan desigualdades: una sola computadora para muchos niños, un celular con datos limitados o la necesidad de salir a trabajar porque la cuarentena afectó la economía familiar son algunas de las razones de las inasistencias a las clases virtuales.

“En casi treinta años de experiencia que tengo en la docencia, esta es la primera vez, y en este contexto, que veo que el alumno toma un rol tan activo y tan protagonista en sus propios aprendizajes”, de manera que entonces piensa “qué lástima que haya tenido que darse esta situación -la irrupción del Covid-19 en el planeta- para darnos cuenta de las potencialidades que tienen algunas herramientas tecnológicas”, remarcó en diálogo con Vía Jujuy, el docente Alejandro Hueda.

Johana Reguera Díaz, docente tucumana.

Johana Reguera Díaz, docente tucumana.

Las familias también son claves para que esta nueva modalidad se desarrolle y Johana Reguera Díaz lo destacó en diálogo con Vía Tucumán: “Sin ellos no lo hubiéramos logrado. Mucha predisposición y acompañamiento por parte de la familia. Esta modalidad virtual nos permitió acercar a la familia y al alumno a la tecnología.

“Ha sido una experiencia positiva en muchos aspectos, nos hemos acercado más a las necesidades de las familias”, destacó Patricia Saéz, docente puntana en diálogo con Vía San Luis. En la misma línea, Eugenia Arnaudi, docente cordobesa, sostuvo que “fue una novedad tener mucho más ida y vuelta con los padres“.

Además, una de las contras que se repite en todas las provincias es que los horarios “se desdibujaron”. “La escuela sobrepasó nuestra vida personal“, señaló la profesora de Historia, Jimena Pérez Sossich.

“Todos los docentes coincidimos en que el trabajo fue arduo, se trabajó más, trabajar desde casa implicó más horas planificando, explicando y corrigiendo a cualquier hora incluso los fines de semana. Para quienes no estábamos acostumbrados a la tecnología nos costó convertir un pdf, organizar y armar vídeos, reuniones virtuales. Aprendimos mucho en cuarentena“, comentó Gabriela Acuña, docente de la localidad tucumana de San Pablo.

Víctor Filippa, docente pampeano explicó a Vía Santa Rosa que “la vivencia en sí es muy compleja, la pérdida de la presencialidad para mí es clave en la educación. Perdiendo eso es muy complicado el proceso educativo”. Y al mismo tiempo sostuvo que en estas circunstancias “no hay proceso educativo, sí hay un acercamiento de los estudiantes a ciertos conceptos, a ciertas definiciones, pero tiene límites enormes”.

En cuanto a las escuelas técnicas, el rector de la Escuela Agrotécnica Las Delicias, José Luis Sandoval, comentó a Vía Paraná como atraviesan esta situación: “Nos planteamos muchos interrogantes, porque nos preguntamos si hay continuidad pedagógica en la educación a distancia. En algunas materias si en otras no. En las materias que no podemos generar esa continuidad estamos generando que los chicos investiguen temas de su interés, dentro del ámbito de su espacio”.

La llegada de la educación virtual fue repentina y los estudiantes “al principio se notaban contentos durante las clases a través de Zoom”, según detalló Vanesa Fanfoni a Vía San Francisco, “pero con el pasar de las semanas, algunos manifestaban que estaban cansados de esta situación, entonces debimos reinventarnos nuevamente”.

Esta demanda constante de innovar y llegar a los estudiantes hizo que las formas de trabajo internas también cambien: “Aprendimos a trabajar más en equipo. El trabajo entre docentes fue fundamental“, dijo la docente cordobesa.

Pero “estas circunstancias no deseadas profundizaron las diferencias educativas en cuanto al acceso al conocimiento”, comentó a Vía Gualeguaychú, Marcos Henchóz y agregó: “Qué un estudiante tenga internet no garantiza el adecuado acceso al conocimiento. Que el docente tenga internet no asegura un correcto acompañamiento didáctico-pedagógico. Hubo y hay muchos aprendizajes forzosos de ambas partes en todo este período“.

“Lo más negativo de todo esto es la falta de igualdad de oportunidades que se han acentuado. La triste realidad a la que uno se enfrenta con respecto a la acceso a la tecnología que tienen. Eso repercute en las posibilidades y rendimiento”,  dijo a Vía Córdoba, Pilar Hermann docente de nivel primario y secundario.

Profesora Verónica Peralta.

Profesora Verónica Peralta.

La situación en Chubut es doblemente complicada porque los docentes llevan dos meses sin cobrar. “Esta nueva situación de excepcionalidad nos ha tomado doblemente endebles ya que no estamos percibiendo los salarios desde hace dos meses. El gobierno de Chubut nos adeuda o nos paga en cuotitas que apenas alcanza… A lo que se le agrega lo pandémico“, explicó Verónica Peralta docente de nivel secundario y terciario a Vía Comodoro Rivadavia.

Pero a pesar de esta situación, resaltó: “De todas maneras es tan fuerte la responsabilidad de enseñar, que lo hago y a pesar de todo, poniendo todos los recursos al servicio (compu/celu/Internet)”.

“Me ha desgastado emocionalmente porque sé que muchos de ellos no cuentan con las herramientas tecnológicas para poder vincularse a las clases virtuales”, comentó Paola Soria a Vía Caleta Olivia, y detalló que de los 54 alumnos que tiene participan alrededor de 15 alumnos por actividad. “Esta situación es muy frustrante para mí como profesional y como ser humano”.

Con incertidumbre, ingenio, creatividad, dedicación y mucha paciencia tanto docentes como familia dieron lo mejor de cada parte para sobrellevar este momento inédito.

Con ventajas y desventajas, la virtualidad llegó para quedarse o al menos ser utilizada de manera más activa en el enseñanza cuando entremos en “la nueva normalidad”. Ahora culminó el primer cuatrimestre del año y de a poco se habla de la vuelta a clases con restricciones y medidas de sanidad diferentes.

La Voz


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