Educación inclusiva: el rol de las familias en pos de promover la igualdad en el aula

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La educación inclusiva busca garantizar el acceso a una de educación de calidad para todos los y las estudiantes, asegurando la eliminación de las barreras y aumentando su participación para el logro de los mejores aprendizajes.

En la práctica, aseguran desde el Ministerio de Educación, esto se traduce en escuelas en las cuales todos los y las estudiantes, con o sin discapacidad, con dificultades de aprendizaje, con altas capacidades o con características de distinto tipo (cognitivas, étnico-culturales o socioeconómicas, entre otras), puedan acceder al aprendizaje con equidad.

Desde la cartera educativa señalaron que para que esto suceda deben cumplirse una serie de requisitos:

  • El fomento de las relaciones de apoyo y respeto entre los actores de la comunidad educativa (docentes, estudiantes y familias).
La educación inclusiva debe asegurar la eliminación de las barreras y aumentar la participación de las y los estudiantes para el logro de los mejores aprendizajes. Foto ilustración Shutterstock.
  • Una gestión institucional que fortalezca los procesos inclusivos, priorizando el trabajo, el acompañamiento a la enseñanza y el seguimiento de los aprendizajes de todos los estudiantes.
  • Una planificación de la enseñanza para la inclusión, considerando como punto de partida la heterogeneidad y diversidad de los y las estudiantes.

Todos deberían sentirse bienvenidos

Según Laura Lewin, escritora y especialista en educación, “al hablar de inclusión nos referimos a ofrecer entornos de aprendizaje en donde todos los alumnos se sientan bienvenidos y crean que pueden aprender”.

Sin embargo, esto no siempre sucede. Entre las trabas que se presentan en este aspecto están los colegios que directamente niegan una vacante, aquellos que de un modo u otro invitan a alumnos y alumnas a retirarse, así como las familias que se incomodan con la diversidad en la escuela.

Lewin: “Al hablar de inclusión nos referimos a ofrecer entornos de aprendizaje en donde todos los alumnos se sientan bienvenidos». Foto ilustración Shutterstock.

“No todas las aulas son inclusivas, y esto puede tener un impacto negativo en algunos alumnos”, sostuvo Lewin tras explicar que “la falta de capacitación y recursos para los docentes, de apoyo por parte de los equipos directivos o de empatía por parte de los compañeros de clase influyen en la capacidad de los estudiantes para sentirse incluidos en el aula”.

Como consecuencia, explicó, “los estudiantes que se sienten excluidos pueden experimentar una variedad de emociones negativas como soledad, angustia, frustración y tristeza. Además, pueden perder la motivación para aprender y participar en clase, lo que puede afectar su rendimiento académico y su bienestar emocional”.

En ese marco destacó que es importante involucrarse y trabajar juntos para crear aulas inclusivas donde todos puedan llegar a su mayor potencial.

“Los estudiantes que se sienten excluidos pueden experimentar una variedad de emociones negativas como soledad, angustia, frustración y tristeza», dijo Lewin. Foto ilustración Shutterstock.

4 formas de fomentar la inclusión en niños y niñas

El rol de las familias es fundamental a la hora de enseñar a niños, niñas y adolescentes la importancia de la inclusión en la educación. Para ello, Lewin ofreció 4 recomendaciones fundamentales:

  • Fomentar el respeto y la empatía: los padres pueden alentar a sus hijos a reconocer y celebrar las diferencias en las personas hablando con sus hijos acerca de la importancia de respetar a las personas que son diferentes a ellos y cómo pueden mostrar empatía hacia los demás.
  • Enseñar sobre la diversidad: podemos enseñarles a nuestros hijos acerca de la diversidad y la inclusión al proporcionarles libros y películas que aborden temas de diversidad y discriminación. También podemos hablar con ellos sobre cómo la diversidad enriquece nuestras vidas.
  • Fomentar la amistad con personas diferentes: al tener amigos que son diferentes a ellos, los niños pueden aprender sobre la inclusión y sobre cómo todos merecemos las mismas oportunidades. También pueden alentar a sus hijos a ser amigos y defensores de aquellos que son diferentes a ellos.
  • Ser un modelo a seguir: los padres pueden ser un modelo a seguir para sus hijos al mostrar respeto y empatía hacia las personas que son diferentes a ellos. También pueden apoyar la inclusión en la comunidad escolar al trabajar con la escuela y otros padres para asegurarse de que se estén tomando medidas para fomentar la inclusión en la educación.

La inclusión, un desafío necesario

Lewin: “La inclusión es uno de los desafíos más grandes que enfrenta la escuela hoy». Foto ilustración Shutterstock.

La especialista (en Instagram, @lauralewinonline) aseguró que “la inclusión es uno de los desafíos más grandes que enfrenta la escuela hoy, ya que la educación es un derecho y no un privilegio”.

En esa línea, resaltó que “la inclusión puede ayudar a los estudiantes neurodivergentes a tener éxito en la escuela porque cuando se les da la oportunidad de aprender junto a sus compañeros de clase pueden sentirse más integrados y valorados, lo que puede mejorar su autoestima y motivación”.

“Para que la inclusión funcione en la educación se necesitan cambios en la forma en que se enseña y se aprende. Es importante que los docentes tengan la capacitación y el apoyo adecuados para enseñar a una población diversa de estudiantes. Deben estar dispuestos a adaptar su enseñanza para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes”, concluyó Lewin.


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