os resultados de las pruebas estandarizadas, la recuperación de saberes, el cumplimiento de los 190 días de clases acordados, el debate por la repitencia y el uso de herramientas tecnológicas. Estos son los principales desafíos que estudiantes, docentes y familias argentinas enfrentarán durante el nuevo ciclo lectivo que empieza este lunes en ocho provincias.
Este será el segundo año de presencialidad plena después de dos años de pandemia de Covid-19 y esquemas escolares que mezclaron clases presenciales y virtuales en función de cómo evolucionaba la situación epidemiológica en el país. Por eso, las expectativas son muchas: ¿Qué se espera para este nuevo ciclo? ¿Cuáles serán los principales desafíos? ¿Qué ejes guiarán la educación durante este año?
De acuerdo a datos compartidos por el Ministerio de Educación de la Nación, son aproximadamente 10.500.000 los alumnos de nivel inicial, primario y secundario que volverán a las aulas en todo el país, el 73% en establecimientos de gestión estatal.
LA NACIÓN habló con especialistas en educación para analizar qué se espera de los resultados de las pruebas estandarizadas que se conocerán este año y cómo evalúan la expectativa de completar el promedio nacional programado de 185 días de clase, el debate por los proyectos que buscan eliminar la repitencia en el nivel secundario y la posibilidad de aplicar tecnología en el aula.
1. Pruebas estandarizadas
Este ciclo lectivo arrastra deudas críticas, especialmente en el desempeño escolar: los resultados de las últimas pruebas Aprender de nivel primario, evaluadas en 2021, expusieron un importante deterioro en los saberes en el área de Lengua, mientras que el desempeño en Matemática se mantuvo en un piso que ya se encontraba bajo.
Este año la gran expectativa será conocer cómo se desempeñaron los estudiantes de nivel secundario en las pruebas Aprender, tomadas en octubre pasado, y en las pruebas PISA, evaluadas en septiembre. Estos resultados se divulgarán en mayo y en diciembre, respectivamente.
“La expectativa es de un mayor declive de los aprendizajes. Los resultados registrarán el impacto de la pandemia en el país, pero además el de un periodo de casi 20 años de resultados declinantes en cuanto a los saberes de los chicos argentinos en relación a resultados previos y al resto de los países de la región”, dijo Guillermina Tiramonti, investigadora del área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Sandra Ziegler, doctora en Ciencias Sociales con orientación en Educación y también investigadora de Flacso, coincidió: “Es probable que los resultados sean peores que los de años anteriores dado que la pandemia y la consecuente suspensión de la presencialidad ha generado retrocesos generalizados en términos de aprendizaje de los alumnos. Esta tendencia se registra en varios países, no solo de América Latina y el Caribe, sino también en Europa y Estados Unidos”.
Además, desde el Ministerio de Educación de la Nación confirmaron a esta medio que en septiembre próximo se implementará la prueba Aprender en el nivel primario.
2. Recuperación de saberes
La irrupción del Covid-19 hace más de tres años ha impactado de muchas formas a la sociedad y la educación fue una de las áreas más afectadas: debido a la pandemia, más de 1.800.000 chicos tuvieron dificultades para estudiar.
Por este motivo, en abril de 2022 el Ministerio de Educación de la Nación anunció la política de sumar una hora de clase en las escuelas primarias estatales de jornada simple, lo que equivale a un 25% más de tiempo escolar al año para los estudiantes de esos establecimientos. El programa está destinado a reforzar el aprendizaje en Matemáticas y Lengua y según información oficial ya son 22 las jurisdicciones que firmaron el convenio para pasar a dictar 25 horas semanales.
“Lo más importante no es solo que se ponga en funcionamiento la hora extra, sino que haya un programa de trabajo para ese tiempo. Pareciera que Mendoza, que ya había implementado una hora más [antes del anuncio nacional], está teniendo buenos resultados en relación a los aprendizajes en lectoescritura y eso se debe a que hay un programa de trabajo para esa hora extra. Si las provincias realizan ese programa y lo concretan, creo que tendremos resultados positivos a nivel nacional, si no seguiremos igual y solo gastaremos más dinero”, dijo Tiramonti.
Con respecto al nivel secundario, desde el Ministerio de Educación de la Nación explicaron que en la última reunión del Consejo Federal de Educación (CFE) presentaron el programa nacional “A Estudiar”, un plan de tutorías para estudiantes del nivel secundario que adeudan materias con el fin de lograr su egreso o permanencia en el sistema educativo.
“Las chicas y los chicos que se llevan materias van a tener profesores que los acompañan para prepararlas y rendirlas. Hay una desigualdad muy fuerte entre quienes pueden pagar un profesor particular y quienes no y por eso desde el Estado impulsamos este programa para que todas y todos los alumnos tengan las mismas posibilidades”, dijeron.
De acuerdo a Tiramonti los distintos proyectos que se implementan para recuperar saberes dependen de cada jurisdicción. “Cada cual está haciendo algo distinto. En todas las jurisdicciones se sabe que nuestros chicos tienen problemas con los instrumentos básicos de la cultura, por eso es de esperar que este año todas las jurisdicciones estén pensando en programas especiales para efectivamente dejar atrás el impacto negativo de la pandemia”, sostuvo.
Por su parte, Ziegler señaló que, en este momento, la planificación de estrategias para recuperar aprendizajes no parece uno de los temas prioritarios. Sin embargo, opinó, aunque no se planteen propuestas en ese sentido, la realidad escolar necesariamente llevará a que tengan que producirse priorizaciones y vueltas sobre aprendizajes no adquiridos:“Hay muchos aprendizajes que se van construyendo progresivamente y si las adquisiciones anteriores no están dadas habrá que volver sobre ellos para poder generar los aprendizajes necesarios en cada uno de los años escolares”.
3. Días de clase
A finales de 2021, el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, anunció que, debido a los aprendizajes perdidos por la pandemia, a partir de 2022 la meta era que el calendario escolar tuviera al menos 190 días de clases en lugar de los 180 que establece la ley 25.864.
Sin embargo, a pocos días de empezar un nuevo ciclo lectivo, un relevamiento del Observatorio de Argentinos por la Educación verificó que solo seis de las 24 jurisdicciones presentaron calendarios que cumplen con lo acordado: la ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Misiones y Neuquén.
En las otras 18 provincias no se cumpliría con el compromiso asumido para recuperar los aprendizajes perdidos por la interrupción de clases presenciales durante la pandemia. Incluso una, Jujuy, no llega al piso de 180 y planificó 178 jornadas, cifra por debajo de lo establecido por ley.
En promedio, en 2023 todos los estudiantes argentinos de primaria tendrían un promedio de 185 días de clase, un número superior al de años anteriores. En 2022, por ejemplo, se planificó un promedio de 184, mientras que en 2021 fueron 180 y en 2020, 178.
“Si se cumplen los 185 días de clase será un dato positivo, lo que pasa es que nunca sucede lo planificado por la cantidad de huelgas y el alto ausentismo docente”, dijo Tiramonti.
Por su parte, Ziegler consideró el promedio de 185 días de clase como un dato favorable. “Mantener una escolaridad permanente es un requisito básico para garantizar la continuidad de los aprendizajes. Sería oportuno que las provincias lo puedan sostener a lo largo del año y que la continuidad escolar sea realmente una prioridad”, expuso.
4. Repitencia, ¿si o no?
Uno de los temas que tuvo mucha repercusión y generó controversia en el último tiempo es la repitencia escolar.
A principios de mes, el gobierno de la provincia de Buenos Aires impulsó un nuevo esquema de promoción escolar según el cual los alumnos de nivel secundario podrían avanzar de curso a pesar de tener materias adeudadas, incluso de los primeros tres años del nivel medio. El proyecto de reforma no prosperó, pero volvió a poner sobre la mesa un debate que ya había iniciado la provincia de Santa Fe el año pasado.
Allí, la ministra de educación provincial, Adriana Cantero, confirmó al medio Cadena 3 Rosario que el proyecto de no volver a realizar trayectos ya aprobados tendrá una “muestra” este año con el 10% de escuelas secundarias santafesinas.
“La repitencia no agrega ni soluciona nada. El problema es que hay muchas jurisdicciones, entre las que se encuentra Santa Fe, en las que la solución que han encontrado a que los chicos no aprendan es la no repitencia y eso no es una solución. Hay que buscar otra, una que permita que los chicos aprendan, y hay que hacer una reforma profunda en la educación media, en cómo se debe enseñar y en que los programas no sean antiguos, sino que estén acordes al momento histórico que vivimos”, explicó Tiramonti. Además, la especialista consideró que hay provincias en las que se han iniciado cambios y experiencias piloto interesantes, como por ejemplo, el programa Planea en Formosa, Chaco, y el norte de Santa Fe, una reforma implementada en Río Negro y ciertos cambios aplicados en Mendoza y en Córdoba.
Desde el Ministerio de Educación de la Nación argumentaron: “Es indudable que la escuela secundaria necesita de una reforma. No solo en Argentina, sino en el mundo y es en eso en lo que estamos trabajando. Tenemos que lograr una escuela a la que vayan todos, que sea más exigente, pero que todas y todos aprendan y encuentren allí su proyecto de vida. Hay evidencia científica que indica que no sirve que un alumno vuelva a cursar contenidos que ya aprobó. El problema de la escuela secundaria es la deserción escolar, que los chicos no aprenden todo lo que tienen que aprender y que no logramos vincular la escuela al mundo del trabajo”.
5. Tecnología en el aula
A pesar de la inequidad en el acceso, la irrupción de la pandemia de Covid-19 y su consecuente aislamiento social obligó a la educación argentina a introducir tecnología en el aula y avanzar varios años de golpe en el proceso de digitalización escolar.
“Lo que se usó en la pandemia es básicamente el reemplazo de la presencialidad por el Zoom. Eso puede mantenerse para algunas ocasiones, pero lo que necesitamos mantener y creo que va a permanecer son las plataformas con materiales que ayudan a alumnos y docentes”, expuso Tiramonti.
Zieglar marcó como un aspecto positivo de lo ocurrido durante la pandemia que muchos docentes han adquirido nuevas herramientas que ahora están llevando presencialmente a la aulas y, de esa forma, empieza a producirse una combinación entre lo presencial y lo remoto que antes de la pandemia no estaba tan extendida.
Para muchos, la reciente aparición del Chat Generativo Previamente Entrenado (ChatGPT, por sus siglas en inglés), una aplicación software que simula mantener una conversación con una persona al darle respuestas automáticas previamente establecidas, será una gran amenaza este año.
“El ChatGPT es un desafío para la escuela este año y va a jugar un papel importante. Hay que ver cómo lo usamos productivamente para estudiantes, porque lo peor que podemos hacer es prohibirlo. Lo mejor es estudiarlo y trabajar con docentes, directivos y especialistas para usarlo en la escuela con una mirada positiva”, concluyó Tiramonti.
La Nación