La nueva universidad de formación docente (UniCABA) -que se aprobó en la Legislatura porteña el jueves- estará ubicada en el barrio de Núñez, en el predio que ocupa el Tiro Federal, pero no estará allí desde un principio. Ocurre que la UniCABA será parte del “Parque de la Innovación” que la Ciudad desarrollará en este terreno lindero con el Monumental de River, pero se prevé que las obras del parque arranquen recién en 2020, el año en que debiera entrar la primera camada de estudiantes a la UniCABA. Entonces, ¿dónde van a estudiar esos primeros alumnos?
En el Gobierno porteño aún no lo tienen definido. Afirman que será “en otro lugar” y que “se buscará el lugar mejor”, aunque descartan de plano que sea en uno de los 29 profesorados estatales del distrito. Lo que ya se sabe es que en el edificio que se construya para la UniCABA en el Parque de la Innovación funcionará el rectorado y habrá aulas como para 7.500 u 8.000 alumnos. Pero falta para eso.
El primer paso que viene ahora es elegir el rector normalizador y el equipo de conducción. La ministra Soledad Acuña quiere que sea una rectora y -dicen- están trabajando con la Unesco en la búsqueda de una persona argentina con experiencia en el ámbito universitario y que se haya destacado en el exterior. La idea es que esa persona, que cumplirá un rol relevante el año que viene, esté de algún modo despegada de la grieta argentina.
Una vez seleccionados por el Ministerio de Educación porteño, el rector y su equipo deberán elaborar el proyecto institucional de la nueva universidad y seguir los trámites necesarios para su habilitación, ante el Ministerio de Educación nacional y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Son los pasos que sigue cualquier universidad nueva que se crea en el país.
El rector normalizador, designado por el Poder Ejecutivo local, durará cuatro años, hasta que estén los primeros egresados de la universidad, se conforme el primer claustro de graduados y entonces se puedan votar las primeras autoridades autónomas, de acuerdo a lo que establece la Ley de Educación Superior. Reclamo de los profesorados por la aprobación de la UniCABA, el jueves en la Legislatura (Guillermo Rodríguez Adami).
Por los trámites necesarios, el Gobierno estima que las primeras inscripciones arrancarían en el segundo semestre de 2019 y los primeros estudiantes empezarían a cursar en 2020. Para entonces, ya se sabrá dónde está ubicada la sede provisoria. Las autoridades creen que la primera camada estará compuesta por unos 5.000 alumnos, entre formación docente inicial (los que estudian para ser maestros) y continua (docentes en ejercicio).
Hoy, la Ciudad tiene unos 33.000 jóvenes estudiando para ser docentes, 26.000 en los profesorados estatales y otros 7.000 en los privados. Pero en el Gobierno creen que hay espacio para que esta profesión -y la oferta educativa de formación inicial- crezca mucho en los próximos años. Hablan de nuevas propuestas universitarias para formar docentes que está surgiendo en instituciones como la UCA, la UBA (Exactas), El Salvador o Austral. Desde 2020 también la UniCABA.
La nueva universidad de formación docente porteña no formará solo docentes. Según lo establece la ley votada el jueves, también podrá dar otras carreras que estén “asociadas al perfil productivo de la Ciudad”. En el Gobierno piensan en un “diseño universitario de vanguardia” acorde con la evolución de carreras y profesiones de estos tiempos.
Esas carreras estarían vinculadas a la ciencia aplicada (como nanotecnología, biomecánica, biomedicina), a la tecnología (sistemas de información, desarrollo de software, diseño de aplicaciones) o investigación científica. La ubicación en el Parque de la Innovación es relevante, porque en sus nueve hectáreas que no están destinadas a viviendas habrá empresas de esos sectores, universidades locales y del exterior y UBATEC (un organismo que forma la UBA y la Ciudad para el desarrollo de emprendimientos tecnológicos).
Hoy en día, la carrera de formación docente debiera durar entre 4 y 5 años, dependiendo de la especialidad. Pero según los registros oficiales, los estudiantes están tardando 9 años -en promedio- en recibirse y la edad promedio de los alumnos es de 28 años. “Queremos que la formación inicial sea más corta, como es tendencia en el mundo. Para eso va a ser muy importante ofrecer cursadas virtuales y tener mayor flexibilidad en las materias”, dicen fuentes oficiales.
La ley votada el jueves establece que la UniCABA deberá “articularse” con los profesorados. ¿Cómo lo harán? Desde el gobierno dicen que será, principalmente, a partir de los posgrados. La UniCABA ofrecerá a los profesorados la posibilidad de que sus estudiantes (terciarios) sigan un año más y alcancen la licenciatura. Así, por ejemplo, un profesor de historia puede ser terciario si termina en un profesorado y universitario si completa la licenciatura en la UniCABA. También se prevé trabajar en forma conjunta en investigación y producción de conocimientos.
Lo que parece menos definido es cómo se articulará la formación docente inicial con la continua, que en la Ciudad es brindada hace más de 30 años por la “Escuela de Maestros” del Ministerio de Educación. Esto debería, en principio, pasar a la UniCABA. Pero como la universidad será autónoma, el ministerio perdería la potestad sobre este esquema de formación.
“Estamos viendo cómo podemos armar un esquema mixto, de doble dependencia. Debería ser un acuerdo entre el ministerio y la universidad, para que el ministerio siga siendo el responsable de la Escuela de Maestros”, dicen desde el oficialismo.
¿De dónde saldrá la plata?
Una de las principales críticas que los docentes y estudiantes de profesorados le hacen a la creación de la UniCABA es que nadie especifica de dónde saldrán los fondos para su funcionamiento. Sospechan que podría venir del presupuesto que el Ministerio de Educación usa ahora para los profesorados, y así desfinanciar a los actuales institutos de formación docente.
Desde el Gobierno explican que “de ningún modo saldrá de Educación”, sino que “provendrá del Ministerio de Hacienda”, que deberá crear una nueva partida específica para la UniCABA. “Esto es como en las universidades nacionales. El Congreso vota en el presupuesto cuánto va para las universidades nacionales, independientemente de lo que se gaste para el resto de la educación. Acá lo tendrá que determinar el presupuesto de la Ciudad”, dice una fuente oficial.
– Está bien. Pero el presupuesto sigue siendo uno solo. Si se suma un nuevo ítem, de otro lado habrá que sacarlo…
– Esperemos que para 2020 la actividad y la recaudación haya crecido, y así podamos contar con estos nuevos fondos para la UniCABA.