Silvia Bacher, periodista y escritora especializada en educación, se presentó en el stand que tiene TICMAS en la Feria del Libro. Allí habló sobre algunos de los conceptos que vierte en su último libro Navegar entre culturas: educación, comunicación y ciudadanía digital.
A continuación, sus frases más destacadas sobre distintos temas: el nuevo rol del docente, el ingreso de la tecnología al aula, la ciudadanía digital y la escuela como el espacio de integración.
-«En el 2000 se hablaba de los estudiantes como un grupo homogéneo, que tenía que ir a un mismo ritmo de aprendizaje. El que no lo podía seguir, se quedaba atrás. Y el que se quedaba atrás, muchas veces se quedaba afuera. En los últimos años, empieza a cambiar tratando de identificar las particularidades de cada uno».
-«La escuela fue concebida como transmisora de saberes, que los tenía todos el docente. ¿Qué pasa? Hoy esos conocimientos están al alcance de la mano con un clic. Después también cabe indagar cuáles son los desafíos para que ese clic sea el correcto. Atravesamos un tiempo de profundo cambio vertiginoso».
-«La escuela es el espacio de resonancia que tiene la sociedad. Es imprescindible que los docentes, las familias y los alumnos entiendan para qué comparten ese mismo espacio. El docente es el guía, el que ayuda, el que siente esa empatía y busca cambiar la vida de esos chicos. Tiene que ser capaz de generar espacios de creatividad y encuentro con los otros. Enseñar a nadar en un mar de información«.
–«La escuela es la última frontera que mira a los chicos como ciudadanos y como sujetos de derecho. Tienen el tiempo y el espacio para tenerlos allí. Ahí es donde se construye el compromiso».
-«No sé si la tecnología rompe el modelo escolar. Creo que el modelo está roto porque se creó para una sociedad moderna. Las tecnologías no son las responsables, sino que ponen de manifiesto las nuevas posibilidades, riesgos y desafíos. Cuando las tecnologías llegan desde las políticas públicas, hay una idea de resolver cualquier crisis llenándola de dispositivos. Nos olvidamos de pensar para qué, con quiénes, cómo formamos a los docentes. Sin eso, se crean falsas expectativas y se genera una frustración mayor».
-«En la ciudadanía digital hay una construcción que es nueva, pero que tiene basamento en lo tradicional: el respeto por el otro. Hoy un chico de una escuela privada bilingüe puede llegar a tener más contacto con una escuela de Japón que con el chico de la escuela pública que está a una cuadra. Se debería trabajar en comunidad, encontrando un problema común».
-«La comunicación no está en el TIC, sino en las personas. Los nenes de jardín suelen hacer la recorrida por el barrio. ¿Qué pasa después que se pierde la conexión con el entorno? Los adolescentes tienen una manera de pensar distinta, de interesarse distinta. Lo que hay que hacer es escucharlos y construir con ellos. Saber cuáles son sus problemas. La política pública tiene que escuchar para entender a los verdaderos protagonistas».
Infobae