El debate en Cámara de Diputados sobre el presupuesto del próximo año arrojó un resultado de 180 votos afirmativos, 22 negativos y 48 abstenciones. De esta manera obtuvo media sanción, logrando el mayor consenso en la última década. En camino a su tratamiento al Senado, el presupuesto 2023 ha sido criticado como que tiene un importante recorte para el área Educación. Para hablar al respecto se dialogó con el secretario Administrativo Financiero de la UNSJ, Mag. Ricardo Coca.
El secretario Coca por el contrario difiere sobre la idea de recorte al área Educación en el presupuesto 2023 y opina que “se trata más que nada de una fuerte campaña de ajuste en educación, situación que nosotros no percibimos. De hecho, el presupuesto se aprobó con el mayor apoyo de los últimos años. Cuando se observa la asignación presupuestaria en orden a porcentaje del PBI, en el 2019 Educación tenían 1,1%, hoy tiene el 1.29 % y se habla de readecuación de las partidas para llegar al 1,33%, lo cual no nos permite ver esta supuesta reducción. Cuando se toma el número se aprovecha la nominalidad para hacer estas campañas, sin embargo, todas las universidades apoyaron este presupuesto”.
Continúa diciendo Coca “Es un presupuesto realista dentro de una situación económica con varios problemas, entre ellos la inflación. No obstante, creemos que es un presupuesto que nos va a permitir trabajar tranquilos, no como en el 2022, que la oposición no le dio presupuesto al gobierno nacional”. Sigue reafirmando el secretario “el presupuesto 2023 implica un 92 % sobre el 2022 reconducido, creemos que va acompañando el proceso inflacionario, aunque esperamos que esa inflación se vaya morigerando a los fines de poder tener mayor previsibilidad. Por lo tanto entendemos que el presupuesto es significativo y suficiente que nos permitirá trabajar tranquilos”.
Cuando se le preguntó cuáles serán las principales demandas que tendrá el presupuesto universitario el año próximo, Coca expresó que “estos presupuestos universitarios requieren afrontar la nueva realidad tanto de la educación presencial como virtual, en ambos aspectos es necesario tener los montos suficientes para las estructuras que eso demanda; además están las obras en curso, así como las nuevas que surjan, ambas solicitarán ser financiadas. Es necesario rescatar el esfuerzo permanente que se hace, de trabajar por afuera del presupuesto, y acceder a todos los financiamientos que vienen de la Corporación Andina de Fomento (CAF) ahora Banco de Desarrollo de América Latina, o a las convocatorias de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), para obtener fondos extras”.