Mientras avanza el Plan provincial de Vacunación, surgen algunas dudas respecto a la seguridad y eficacia de las vacunas. A continuación se mencionan algunas respuestas:
Actualmente, la herramienta más eficaz contra el virus es la vacunación. Por eso es fundamental entender que su importancia radica en la prevención y protección contra COVID-19, con el objetivo de lograr la inmunidad de la mayor cantidad de gente, en el menor tiempo posible. Esto posibilitará reanudar actividades y bajar los riesgos de exposición de personas más vulnerables al virus.
A través de la vacuna, la persona produce anticuerpos que actúan como protección frente a infecciones, permitiendo que su organismo reconozca el virus. De esta manera, su cuerpo genera una memoria inmunitaria que le permitirá reconocer ese microorganismo y eliminarlo.
Todas las vacunas contra COVID-19 son seguras, ya que se desarrollaron a partir de conocimientos científicos utilizados en las últimas décadas. Esto permitió su elaboración rápida para enfrentar la pandemia.
Las vacunas no son experimentales, ya que atravesaron todas las etapas requeridas de ensayos clínicos, confirmando su seguridad y efectividad.
Son sometidas a estudios de manera permanente, con un monitoreo de seguridad en el mundo entero.
Las vacunas son muy efectivas y pueden evitar que la persona se enferme gravemente aunque contraiga COVID-19. Además, generan protección a su entorno, sobre todo de personas con factores de riesgo.
La vacunación genera un refuerzo de protección en personas que se han recuperado del COVID-19.
Ninguna vacuna puede enfermar, ya que no contienen el virus que causa el COVID-19 vivo, por lo que no es posible que una vacuna lo enferme.
Ningún otro medicamento ha salvado tantas vidas como las vacunas.