La pesadilla comenzó cuando el nene estaba en la colonia los primeros días de enero, cuando notaron algo extraño en su motricidad. Los profesores llamaron a sus papás para que lo buscaran, pues tenía alguna dificultad para caminar. Según conocidos de la mamá de Agustín, la hija del Ministro, el niño ya había mostrado algunos cambios en su personalidad, pero fueron considerados como una cuestión propia de la edad. El nene estaba un poco agresivo con su hermanito menor, y ese cambio de trato fue atribuido a que estaba celoso.
Tras ser retirado de la colonia le hicieron algunos análisis y estudios hasta que a través de una tomografía corroboraron que era un tumor. Así fue que a los pocos días se fueron a Buenos Aires para ver de qué tipo de tumor se trataba.
Allí constataron que el tumor tocaba los centros nerviosos y estaba ubicado en el tronco encefálico. Esta tumoración ocupaba el 30% de la cabeza de Agustín.
El caso conmocionó a la provincia y las cadenas de oración se multiplicaron. Esta tarde y tras una larga lucha, el pequeño no aguantó más y dejó de existir.
Diario de Cuyo
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