Una fundación que no predica: hace
Desde sus oficinas en Buenos Aires, pero con una red que ya alcanza a varias provincias del país, Pro-AICE se apoya en tres pilares concretos que articulan escuelas, gobiernos, empresas y universidades:
1. Educación financiera en escuelas secundarias públicas
En plena expansión en CABA, el AMBA y la Patagonia, el programa busca que chicos y chicas de entre 15 y 18 años aprendan a presupuestar, ahorrar, invertir y emprender.
El enfoque es práctico: simuladores de inversión, ejercicios de administración doméstica y nociones básicas de mercado de capitales. Todo explicado en un lenguaje claro, accesible y adaptado a contextos vulnerables.
2. Prevención del fraude digital y ciberseguridad
En un país donde los fraudes virtuales crecieron un 600% en dos años, la fundación incorporó contenidos clave: cómo detectar una estafa, cómo cuidar los datos personales y qué señales percibir ante un posible engaño financiero. Una herramienta clave para una generación que vive online pero es analfabeta en términos de protección digital.
3. Políticas públicas y consultoría en inversión productiva
Pro-AICE trabaja con organismos del Estado, legisladores y cámaras empresarias para generar marcos normativos que incentiven la inversión con reglas claras.
Desde proyectos de sandbox regulatorios (espacios donde nuevas empresas pueden testear modelos sin ser penalizadas) hasta propuestas legislativas, la fundación busca transformar el vínculo entre lo público y lo privado.
“Queremos romper el mito de que invertir es solo para grandes jugadores. Si logramos que una pyme entienda cómo acceder al mercado de capitales o que un municipio apruebe un bono sostenible, estamos generando desarrollo concreto”, agrega Chiarullo.
Un caso testigo: cuando la educación financiera cambia realidades
Durante la Semana Mundial del Inversor 2024, organizada por la CNV en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Pro-AICE presentó a un grupo de alumnos de escuelas públicas que, tras semanas de formación intensiva, participaron de una competencia nacional sobre mercados.
Una estudiante de la escuela pública “Dr. Alberto Larroque”, de CABA, obtuvo el mejor puntaje del país y logró un premio institucional para su escuela.
La postal de la adolescente recibiendo su diploma en el salón principal de la Bolsa, rodeada de operadores reales, fue más elocuente que cualquier posible discurso.
¿Quién puede sumarse a esta transformación?
Pro-AICE articula con universidades, think tanks, fundaciones técnicas y sectores productivos. La Fundación Pro-AICE invita a todos los actores que quieran comprometerse con una Argentina que valore la cultura del esfuerzo, el mérito y la planificación. ¿Cómo involucrarse?
- Embajadores Pro-AICE: referentes que difunden la filosofía de la fundación en sus espacios profesionales y sociales.
- Aliados Pro-AICE: instituciones que colaboran en programas específicos.
- Pilares Pro-AICE: sponsors estratégicos que apuestan al desarrollo educativo y productivo del país.
“Esta fundación no es de financistas para financistas. Es una herramienta de transformación cultural”, resume Chiarullo. «Aprender finanzas es tan importante como saber leer y escribir. Podés ayudar a que esta red crezca», agregó.
«Invertir se enseña, y a ahorrar se aprende. En Argentina, la educación financiera es una deuda histórica», plantean desde la Fundación, donde invitan a sumarte como donante, padrino institucional, sponsor de programas educativos o voluntario en actividades de formación.
«Tu aporte hace posible que más escuelas accedan a una formación que cambia destinos», indicaron y difundieron el mail info@pro-aice.org.ar para colaborar.
Fuente: Ambito.com

