Analía Ponce, vicerrectora de la UNSJ, invitó a mujeres universitarias a concentrarse para marchar juntas en el 8M: “Las mujeres universitarias estamos creciendo, aprendiendo y compartiendo entre nosotras. Estamos aprendiendo a no competir y a hacer de nuestro trabajo un ámbito mucho más justo, equilibrado y vivible. Invitamos a todas nuestras trabajadoras, docentes y nodocentes a marchar juntas. También queremos invitar a nuestras estudiantes mujeres, egresadas y jubiladas. Nos encontramos mañana a las 18 horas, en el cruce de las calles Mitre y Gral. Acha, para marchar juntas bajo el lema plural de mujeres universitarias”.
Visita oficial del Comité de Expertas de la OEA
La Vicerrectora de la UNSJ fue la única académica argentina en participar de la visita oficial del Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) de la Organización de Estados Americanos (OEA). La visita se concretó para abordar la violencia contra las mujeres en el país: “Fui convocada para hablar sobre cómo la violencia se puede ejercer en términos de violencia política por razones de género y estuve conversando con ellas sobre cómo nuestra universidad reacciona ante esto, qué aprendizajes ha logrado, qué mecanismos tenemos para la defensa de los derechos de las mujeres y para eliminar toda forma de violencia incluida la política. Fue una charla muy productiva”.
En cuanto a las conclusiones que llegaron en esta visita, Analía Ponce indicó: “Estamos en un franco proceso de concientización y eliminación de las violencias. Hay un tipo específico de violencia que es la política por motivos de género, pero también sabemos que al interior de nuestras instituciones hay una variedad importante de tipos de violencia que hay que explicitar, tratar y trabajar y que son el punto de partida para las capacitaciones que se están haciendo. Seguramente vamos a incrementar el número y la calidad de capacitaciones”.
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer fue adoptada en Belém do Pará, Brasil, en 1994, formalizando la definición de la violencia contra las mujeres, tanto en el ámbito público como privado, como una violación de sus derechos humanos.