Una verdadera fiesta vivió la Escuela Arturo Capdevilla al conmemorar cien años de arduo trabajo. El establecimiento educativo se ornamentó con gallardetes, banderines y como en todo cumpleaños no faltaron los globos: hubo una colorida suelta que llevaba mensajes de buenos propósitos.
El director del establecimiento Carlos Fernández y el intendente Fabián Gramajo, junto a los estudiantes recibieron al ministro de Educación, Felipe De Los Ríos y a la secretaria de Educación, María Eugenia Gutiérrez, quienes encabezaron la conmemoración del aniversario.
Tras la entonación de los himnos Nacional y a Sarmiento, el director Carlos Fernández realizó una reseña de la historia que transitó la escuela recordando que comenzó a gestarse la creación de este establecimiento educativo a través de la denominada «Ley Láinez», que tenía el propósito de extender la educación pública, laica y gratuita a todo el territorio nacional.
Recordó que tuvo diez mudanzas de edificios, hasta que llegó a donde se encuentra actualmente en calles Arenales de Aparicio y Fernández Barrientos, en Villa Videla, El Mogote, Chimbas. Esto fue por la donación del terreno por parte del exalumno José Hidalgo y gestiones de la directora Nelly Albarracín.
En 1976, cuando el gobierno de facto trasladó todas las escuelas nacionales al ámbito provincial, la escuela del Mogote, pasó a llamarse Arturo Capdevila.
Uno de los momentos que concitó la mayor atención de los presentes fue cuando Fernández develó porqué popularmente se la llama “la Escuela del Cóndor”. Durante la construcción, otro exalumno, Raúl Ponce, construyó con alambres, barro y una caparazón de cemento la figura de un cóndor, que estuvo hasta 1992, cuando se cayó por una tormenta de viento. Tras el incidente Ponce construyó ese año, la figura que lo reemplazó y que este año fue restaurada por un alumno de la Facultad de Arquitectura y expuesto en la ceremonia aniversario.
Por su parte el intendente Fabián Gramajo puso en valor el gran trabajo que realizan docentes y directivos en la formación de una populosa comunidad, donde además de conocimiento brindan una gran contención social que les permite a los chicos poder tener un proyecto de vida en futuro.
Acto seguido, el ministro Felipe De Los Ríos expresó: «Estos actos nos llegan de alegría y en el árbol de la vida son los frutos que este árbol que es la educación va entregando a la comunidad. El director describió la historia del establecimiento desde la génesis en que una maestra consideró que era necesario en estas inmediaciones un espacio para la educación. En la tierra de Sarmiento, el maestro por excelencia en América toda, en cuyo ideario ideario estaba la inclusión y la vocación por la docencia. Sarmiento, un autodidacta eximio, logró sin tener preparación universitaria ser reconocido en las universidades de Boston y Michigan como uno de los líderes maestros de esta América. La Argentina le debe la organización del Estado Nacional y en este momento que vivimos los argentinos de no tener un encuentro nacional, sino vivir en una grieta compleja que nos divide, esto se podría haber resuelto hace tiempo si los argentinos hubiésemos entendido el pensamiento de nuestro prócer. Él nos legó un Estado organizado”.
“Agradezco a los docentes, que cada día llevan la llama de la vocación al aula como Sarmiento. Una escuela no es sólo ladrillos, sin docentes ni alumnos sólo sería un edificio público. Se transforma en escuela con alumnos, docentes, directivos es el espacio por excelencia que tiene el renacer de la educación con el acompañamiento de la familia. En nombre del gobernador Sergio Uñac, gracias por su compromiso y fecundo trabajo para llevar la educación al soberano”, finalizó el funcionario.
Posteriormente alumnos interpretaron una coreografía de tango. Luego los estudiantes dejaron el salón de actos para trasladarse al patio donde realizaron una suelta de globos con anhelos y propósitos a concretar. Se descubrieron placas recordatorias y la nueva escultura del cóndor. Para finalizar con la entrega de recordatorios a directivos y docentes jubilados.