
¿Una herramienta? ¿Un recurso estratégico? ¿Una aliada? ¿Algo para temer? Son preguntas sobre la inteligencia artificial en vínculo con la educación que se repiten una y otra vez en un presente que no puede dejar de mirar hacia el futuro inmediato.
En busca de abrir interrogantes y reflexionar sobre la inteligencia artificial en las aulas, Ticmas conversó con dos especialistas del Departamento de Educación de la Universidad Hospital Italiano de Buenos Aires: la Mag. Gisela Schwartzman y la Lic. Virginia Jalley, la directora y la subdirectora respectivamente, brindan su visión de una temática que cada día abre nuevos desafíos y oportunidades.

¿Prueba y error?
Que la inteligencia artificial está redefiniendo la educación es una idea que se repite ya casi como un mantra, pero ¿qué es ese redefinir? La Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO) y Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA) Virginia Jalley asegura: “Estamos en un presente de exploración, de reconocimiento, de socialización de experiencias. No diría ‘atados/as’ a un presente de ensayo y error. Pero sí de experimentación. De la mano de tecnologías que evolucionan aceleradamente y procesos educativos que habitualmente avanzan más lentamente”.
“En la Universidad del Hospital Italiano estamos desde ya hace más de un año poniendo el tema en agenda, promoviendo la formación de docentes, la discusión sobre lo que preocupa respecto de la integración de la IA en los procesos académicos, construyendo criterios y orientaciones, socializando situaciones. Construimos así la Guía Orientaciones para la integración de la Inteligencia Artificial Generativa en la producción académica y se está discutiendo las condiciones para el uso de IA en trabajos finales y tesis en carreras de posgrado”, celebra Jalley.
Por su parte, Gisela Schwartzman quien tiene un Máster en Enseñanza y Aprendizaje Abiertos y a Distancia (UNED, España) y Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA) destaca: “La inteligencia artificial generativa es un recurso valioso que amplía las fronteras del aprendizaje y la enseñanza. Sin embargo, sus resultados están basados en datos recopilados por los propios sistemas, lo que implica un riesgo de errores o imprecisiones. Por eso, es fundamental que los profesionales cuenten con herramientas y formación que les permitan identificar estas limitaciones, como información errónea o sesgos algorítmicos, y hacer un uso ético y responsable de la tecnología”.
Sobre este último punto, Jalley suma que también es clave considerar el tema de lo estratégico: “Un aspecto sustancial es que permita potenciar aquello que queremos hacer, producir, aprender en el caso de los procesos educativos. En este sentido, reconociendo el valor de esas tecnologías, sus posibilidades, sus limitaciones, es necesario anteponer el desafío pedagógico que quiero lograr. Y pensar entonces cómo esas herramientas permiten lograrlo integrándolas”.

Inteligencia artificial y pensamiento crítico
Schwartzman destaca que al pensar en el presente de la inteligencia artificial resulta clave “Comprender cómo recopila y genera información no solo es vital para interpretar datos con precisión, sino también para proteger y gestionar la información de manera adecuada en un mundo cada vez más digitalizado”. Y afirma: “Se vuelve prioritario generar espacios para explorar sus usos y promover interrogantes y reflexiones, ofreciendo la oportunidad de construir un pensamiento crítico para considerar cuándo, cómo y por qué podrían ser adecuadas según las necesidades a resolver”.
Jalley reflexiona sobre su experiencia profesional: “Desde mis tareas docentes y de gestión educativa utilizo herramientas de IA generativa como asistente, como colaboración para ampliar ideas, buscar otros modos de decir ciertas cosas, construir instrumentos de evaluación, organizar planificaciones, entre otros. También a veces de modo lúdico, en lo personal, a ver qué dirá la IA sobre y si fuera tal o cual personaje. No me generó rechazo porque desde un primer momento en mis equipos de trabajo, que son también mi comunidad de práctica, se puso este tema en agenda para ir develando con mirada crítica su valor para enseñar y aprender”.
Jalley destaca que no es menor que la UNESCO celebró el día internacional de la educación eligiendo como tema principal de debate el uso y potencial de la inteligencia artificial: Da cuenta que es un tema de agenda que atraviesa fuertemente a la Educación y que requiere diálogo, debate, construcción de criterios, lineamientos. Es un hecho alineado con las acciones que venimos desarrollando en nuestra Universidad, en la que como te comentaba estamos desarrollando talleres para dialogar sobre el potencial y las limitaciones de estas herramientas, para explorar el uso de algunas aplicaciones y promover la exploración de otras en el diseño de propuestas de formación valiosas, estamos construyendo orientaciones de uso, preguntas que nos tenemos que hacer en este escenario de inmersión en una cultura digital dinámica”.

Tres pilares
En la guía Orientaciones para la integración de la Inteligencia Artificial Generativa en la producción académica de la Universidad del Hospital Italiano destacan tres ejes fundamentales para fomentar el uso ético y efectivo de la inteligencia artificial en la educación.
El primer eje es el del “expertise”, es decir la capacitación de docentes y profesores para conocer la potencialidad y limitaciones de la inteligencia artificial y así poder convertirla en un instrumento estratégico y de reflexión crítica. El segundo foco es el de la “calidad educativa” como meta a seguir en todo proceso de uso de tecnología.
El tercer eje es el de desarrollar un pensamiento crítico que permita trabajar con la confiabilidad de la información para evaluar la validez, actualidad y relevancia de los datos generados por inteligencia artificial.
Fuente: Infobae.com