La llegada del COVID-19 dejó en claro que la tecnología y tener conocimientos de los avances eran clave en muchos de los ámbitos de la vida, uno de ellos: la educación.
Y es que hoy, el vertiginoso avance de la tecnología plantea a los estudiantes nuevas oportunidades y desafíos a la hora de aprender y desarrollarse dentro de la escuela, mientras que a las instituciones educativas les demanda profundizar y evolucionar en las competencias y contenidos a través de ejercicios altamente intuitivos y que generen desafíos, motivación, curiosidad, asombro y autonomía en el proceso de aprendizaje.
Otro factor importante que quedó al descubierto durante el aislamiento es la importancia de poder garantizar el acceso a la tecnología a todos los niños en pos de promover las mismas oportunidades. En este sentido, ambos mundos, por un lado la tecnología y por el otro la educación. Ambas parecen convergirse en uno para lo que sería el comienzo de una nueva era: educación tecnológica de calidad.
En este sentido, existen propuestas a nivel nacional que han llevado en los últimos años talleres de robótica y mecánica a escuelas y fundaciones. Estas propuestas, extracurriculares, incluyen programación y se presentan como encuentros que invitan a despertar interés y vocaciones en niños y jóvenes.
Debido al contexto actual de pandemia, las organizaciones Santillana y Rasti definieron una nueva alianza que apuesta a la educación tecnológica de calidad. Con una propuesta de robótica educativa con libros escolares Modoblock que propone proyectos didácticos y kits de robótica Rasti. Una solución integral, fácil de implementar por los docentes, desafiante, divertida para los alumnos y comprometida con el desarrollo de habilidades y competencias del siglo XXI.
Esta supone la primera propuesta pedagógica argentina sustentada en tres formatos: libros, contenidos digitales (que incluye software de programación) y equipamiento Rasti (hardware) que vienen a responder los interrogantes de muchas escuelas sobre:¿cómo trabajar con programación y robótica con los alumnos?
Para Sabrina Pardo, directora de Santillana Compartir y experta en educación digital, las herramientas se ajustan “a la escuela que tendremos en los próximos años y, especialmente, en la etapa pospandemia, para la cual pensamos que habrá una semi presencialidad, el objetivo a mediano plazo es que los chicos no sólo sean consumidores de tecnología, sino que pasen a ser ‘creadores’”.
Para facilitar la implementación en el aula, todo el kit incluye recursos para los docentes para la planificación, rúbrica de evaluación, soluciones de los desafíos, videos tutoriales y guías de armado, propuestas de abordaje de cada una de las plaquetas “Modo experto” (una propuesta de aula invertida para cerrar el tema tratado en el proyecto) y material extra para profundizar en los distintos temas presentes en los proyectos.
Pero ¿por qué es vital el uso de las tecnologías en las aulas? Para Gaston Jeger, coach en educación, profesor de nivel primario y programador web, el uso de las tecnologías en las aulas es necesario, ya que promueve un pensamiento lúdico.
La serie ModoBlock es la propuesta de libros escolares que diseñaron en conjunto Santillana y el Equipo Rasti de Robótica y Educación para abordar los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) de cuarto a sexto grado en educación digital, programación y robótica, aprobados por el Consejo Federal de Educación en 2018 para integrar dichas áreas de conocimiento en toda la educación obligatoria.
Infobae