Un informe del CIPPEC muestra que el primer paso de incremento progresivo de la inversión, entre los años 2005 a 2010, fue logrado; mientras que la consolidación posterior del 6% exclusivamente para educación solo se alcanzó en el año 2015.
A poco de que se celebre el Día del Estudiante, que coincide con el Día de la Primavera, el análisis apunta a observar cuántos fondos del Presupuesto se destinan a la educación.
Agustín Claus, autor del informe junto a María Eugenia Bucciarelli, asegura: “La meta de inversión educativa no se cumple por la restricción de recursos que generan las crisis económicas y porque la lógica de asignar recursos entre Nación y provincias se encuentra en una tensión que no se resuelve ¿Qué tiene que financiar Nación? y ¿qué y cómo las provincias?».
Agrega que la Nación «dispone de mayores recursos (y flexibles) para políticas educativas no salariales; mientras que las provincias tienen inflexibles sus presupuestos por la alta concentración salarial. Eso se ve claramente en el informe”.
En los últimos 15 años el presupuesto se ejecutó de este modo:
- el 79% del presupuesto que el Estado nacional destinó a educación se reservó al pago de salarios (62% universitarios y 17% básicos)
- un 5% se destinó a infraestructura y
- un 16% fue dirigido a programas educativos nacionales destinados a todas las jurisdicciones.
“La principal consecuencia de que Nación no intervenga con mayores políticas educativas es la reproducción de las desigualdades entre las provincias y hacia el interior de ellas. La Ley de Educación Nacional estableció de manera explícita la responsabilidad de Nación de garantizar políticas que promuevan la equidad educativa”, agrega Agustín Claus.
Por último, el informe muestra como la inversión en educación por parte del Estado Nacional pasó del 1,6% del PBI en 2015, al 1,5% en 2016 y 2017, al 1,3% en 2018 y al 1,1% en 2019, como puede verse en el documento del Cippec.
BAE Negocios