Un grupo de integrantes de la Sección Estudiantil y de Bioingeniería del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE Argentina), pertenecientes a la UNSJ y a la Universidad Tecnológica Nacional (Regional San Nicolás), creó un sistema al que denominaron “DisTree”. Es un desarrollo que utiliza tarjetas inteligentes personales, balizas electrónicas y software que trabajan en conjunto para poder prevenir y proteger al personal de salud del contagio directo e indirecto por el COVID-19. El proyecto obtuvo un primer premio en un certamen internacional y resulta clave en momentos en que las cifras de personal sanitario contagiado van en aumento.
“La tarjeta es un dispositivo portable para ser usado por el personal sanitario. Las balizas se colocan como etiquetas en equipos y/o herramientas que estén en contacto con el paciente diferenciándolos en tres niveles y asignando un factor de ponderación de carga viral en el algoritmo de procesamiento, que incluye tiempo y distancia a la fuente emisora como variables. Y utiliza también un servidor Wi-Fi que recibe la información de las tarjetas con la que se elaboran análisis y reportes de estimación de carga viral recibida por el usuario, generando un mapa de carga viral basado en una aproximación probabilística. Además, para preservar el distanciamiento social, cuando dos tarjetas (usuarios) se encuentren a un rango menor de 1,5 metros, la persona recibirá un aviso en forma de vibración y sonido”, dijeron creadores y creadoras.
El proyecto fue ganador del primer premio en el marco de la hackathon (encuentro) “Covid – 19”, organizada por el IEEE, agrupación internacional con sede en Estados Unidos. El premio consiste en un “capital semilla” de mil dólares para iniciar la fabricación del producto. DisTree es de fácil adaptación, lo que permite que en un futuro cuando la pandemia finalice, pueda ser utilizado en empresas de alto riesgo por exposición a peligros en los trabajadores. Por ahora, el proyecto se presenta a nivel conceptual, con precisiones tecnológicas, de costos, diseño, marca y utilización, pero sin desarrollo físico por el momento debido a las restricciones de tiempo y disponibilidad de recursos para realizarlo.
“Resultamos ganadores en la instancia latinoamericana, en la cual participaron más de 1.200 personas con 138 trabajos. Estos trabajos se realizan bajo una consigna para la que hay 48 horas para resolver ese desafío tecnológico. Nosotros debemos presentar el diseño, un plan de negocios y el trasfondo de comunicación y de promoción, es decir, una marca y un diseño de producto”, explicó Natalia López, del Conicet y del Gabinete de Tecnología Médica de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ.
Natalia López es la coordinadora del grupo creador del proyecto, que está conformado por Silvana Culjak (psicóloga San Juan), Rocío Buenamaizon (bioingeniera, San Juan), Sofía Antonelli, estudiante Ingeniería eléctrica, San Nicolás, Bs. As.), Sofía Avetta, (ingeniera electrónica, San Nicolás, Bs. As), Daniela Pedrozo, Priscila Oñas y Federico Mercado (estudiantes bioingenieria, San Juan), Emilio Kenan (diseñador industrial, San Juan).