«Están metiendo la Unicaba por la ventana». «Quieren terminar con los profesorados por goteo». «Pretenden legislar sobre la carrera docente, pero dejándonos afuera a los docentes». Con estas y otras objeciones, los profesorados porteños están movilizados por estos días en que la Legislatura está rebatiendo un proyecto de reforma del estatuto docente.
El antecedente cercano con el que se conectan estos reclamos es el de la sanción, en 2018 y mientras la policía reprimía a los docentes que se manifestaban en la puerta de la Legislatura, de la ley de creación de la UniCABA. El nuevo espacio de formación docente en la Ciudad trajo tanto y tan unánime rechazo, que recién se implementó con el más bajo perfil durante la pandemia y con un cambio de nombre: Universidad de la Ciudad.
El articulado del proyecto del Ministerio de Educación porteño plantea cambios al esquema de ascensos en la carrera, la titularización de docentes únicamente del nivel medio (dejando afuera a los de primaria, inicial, terciarios y socio educativos) y una premiación salarial a los maestros que se capaciten, sin especificar demasiado cuánto, cómo ni dónde. Fue presentado a principios de marzo por la legisladora Manuela Thourte, de UCR-Evolución, que integra el interbloque oficialista, y defendido recientemente por la ministra Soledad Acuña en la Legislatura.
Argumentos
En la tercera reunión de comisiones del jueves — las de Educación, Presupuesto y Legislación del Trabajo son las que están analizando el proyecto– las colaboradoras de la diputada Thourte sostuvieron que la reforma «crea nuevos puestos de trabajo, acorde con las demandas del sistema educativo, y genera una carrera horizontal que permite ascender sin dejar el aula y articular formación continua con reconocimiento salarial».
En consonancia con los gremios docentes, los bloques opositores del Frente de Todos y el Frente de Izquierda observaron, en cambio, que el proyecto no especifica cuáles serán las funciones de los nuevos cargos, para qué perfiles se piensan, ni quiénes podrán optar por el ascenso horizontal.
La ley propone dos nuevas figuras: un «maestro especialista» y un «coordinador de trayectorias». «Según este esquema el director quedaría en un rol más administrativo. En realidad no se entiende cuál sería el rol que le queda, con el tiempo tal vez lo quiten del escalafón docente», plantean como objeción.
El reclamo por la titularización
«Anuncian la »titularización de los docentes’, pero titularizan sólo a docentes de media –los que cumplan ciertos requisitos– y dejan afuera a los de inicial, primaria y programas socio educativos», denuncia Silvia Vega, docente desde hace 38 años y profesora de formación docente en varios institutos terciarios de la Ciudad: el Normal 1, el 3, 6, 7, y 11. Dice que la suya es una de las últimas camadas que se tituló en los Normales: «La última fue hace 11 años. Quedamos pocos y somos los más grandes», lamenta.
Esto trae aparejada otra situación que tiene que ver con la vida democrática de estos institutos en los que se eligen autoridades, que para serlo deben ser titulares. «No se cubren esos espacios porque a medida que pasa el tiempo, quedan menos titulares. Quedan institutos acéfalos y es la oportunidad para el gobierno de meter mano», evalúa.
Vega fue una de las docentes que ayer estuvo dando clases públicas, como una forma de protesta y para visibilizar la problemática, cerca de la Legislatura (no podría decirse «frente», ya que como ocurre con cada tema espinoso que se trata, los alrededores permanecieron estrictamente vallados).
«Conozcan, vengan, estén con nosotros»
Gustavo Verde, rector del Normal 1, fue uno de los que estuvo exponiendo adentro. «Estamos convencidos como trabajadores que el estatuto docente se tiene que discutir, modificar y mejorar. Pero no sería este el ámbito adecuado para hacerlo», expresó. «Deberíamos hacerlo con el Poder Ejecutivo de la ciudad, con los gremios, que son nuestros representantes legítimos, es una cuestión laboral. Y si se discute en este espacio, les pedimos que se tomen el tiempo para analizarlo. Ya se han expresado muchas cuestiones para seguir corrigiendo, y se han dictado leyes que no han mejorado el sistema educativo. Conozcan, vengan a las instituciones, estén con nosotros. Una encuesta on line o telefónica en medio de la pandemia, no es relevante. Pensemos en grande», los invitó.
Recordó que «es un derecho la titularización de los profesorados de educación superior, y de todos los programas y niveles educativos». «Queremos generar una relación de confianza con el Ministerio de Educación. Hasta ahora es de pura desconfianza, porque cada cuestión con los profesorados tiene que ver con continuar con una línea de vaciamiento y de desautorización a lo que hacemos. Nosotros queremos dialogar, y vamos a todos los espacios adonde nos convocan a dialogar, estamos hoy aquí. Una reforma del estatuto debe incluir a todos los actores del sistema educativo», concluyó.
«Históricamente, todas las modificaciones fueron producto del debate. Este gobierno no convoca a las deliberaciones y eso es lo que estamos pidiendo: ser parte de la reforma. Este es otro modo de entrar a la modificación de nuestras condiciones de trabajo, de los diseños curriculares y el sistema formador», asegura Angélica Graciano, la titular de UTE, en diálogo con Página/12. «Sabemos que hoy la Legislatura es una escribanía, donde se levantan las manos sin siquiera discutir los proyectos. Es vergonzoso para el sector del radicalismo, que fue el que sancionó el estatuto docente, y hoy está borrando con el codo lo que escribió con la mano».
Las reuniones de comisión seguirán los martes y jueves, hasta que el proyecto sea girado al recinto de sesiones para su tratamiento y eventual aprobación. Los docentes adelantaron que seguirán protestando con clases cada uno de estos días.
Página12.com