El Período Cuaternario es el último de la Era Cenozoica, desde unos dos millones y medio de años hasta la actualidad. En esta etapa geológica se sucedieron procesos que fueron y son los encargados de modelar el paisaje actual. Algunos son procesos relacionados con glaciaciones, períodos de sequía alternados con tiempos de alta humedad, grandes ríos, lagos y otros procesos de la naturaleza. Pero, mucho más acá en el tiempo, lo que empezó a existir también, y esto le interesa mucho a la doctora Aixa Inés Rodríguez, es el período llamado Antropoceno, caracterizado por el impacto global de las actividades humanas en el planeta. De todas maneras, aunque los suelos o las geoformas actuales hayan sido formados por el Cuaternario, “muchas de las sierras que nos rodean en el Valle de Tulum están estrechamente vinculadas a un factor tectónico o estructural, levantadas desde periodos pre-cuaternarios que continúan en la actualidad”, afirma la doctora Rodríguez.
El trabajo de la investigadora consiste en el diagnóstico del medio físico del Valle de Tulum (en que se emplazan la capital de San Juan y varios núcleos urbanos), donde en un contexto geológico rico y complejo, el humano realizó y realiza de todo. Esa labor de diagnosis es una de las fases principales del Ordenamiento Territorial, algo en lo que Aixa también recaló. En la tesis, el diagnóstico incorporó otras variables como geología del Cuaternario, geomorfología, hidrogeología, hidrología, suelos, mediciones geofísicas y las relaciones de las anomalías de gravedad y de magnetismo con las estructuras geológicas (“una especie de análisis clínico a la Tierra”, grafica Aixa). “Con todos estos datos podemos hacer interpretaciones y generar modelos geológicos sobre lo que ocurre en subsuelo, lo cual se relaciona con lo que sucede en la superficie”, apunta la investigadora.
El factor tectónico en este medio físico es lo novedoso en la tesis doctoral de Aixa Rodríguez, titulada “Geología del Cuaternario y Geofísica Aplicada al Diagnóstico Ambiental -Territorial en el Valle de Tulum, Provincia De San Juan, Argentina”. “La variable tectónica no asociada a un riesgo geológico sino como principal elemento para la delimitación de unidades ambientales requeridas en el Ordenamiento Territorial”, expone la científica del Instituto Geofísico y Sismológico Volponi, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ. Rodríguez delimita el territorio de San Juan en Unidades Ambientales de acuerdo a la tectónica. En su estudio, acreedor de un Premio “Domingo Faustino Sarmiento” de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de San Juan (SECITI), afirma “la necesidad de no adaptar el medio ambiente a los usos humanos, sino de respetar sus características intrínsecas y adaptarnos los humanos a ellas”.
-¿Por qué la variable tectónica opera en su trabajo como principal elemento para la delimitación de unidades ambientales requeridas en el Ordenamiento Territorial?
-El Valle de Tulum tiene una posición geográfica bastante particular, se encuentra ubicado dentro de un segmento de subducción denominado “Pampeano”, que se caracteriza por una subducción entre dos placas tectónicas, donde la Placa de Nazca se hunde por debajo de la Placa Sudamericana, con un ángulo muy bajo. Esto genera una actividad sísmica muy alta con respecto a otras áreas, con presencia de fallas activas que generan sismos, una zona hacia el continente deformada y con una corteza fragmentada a través de diversas fallas. En este contexto geológico se desarrolla un valle poblado, con actividades económicas, sociales y culturales.
-Pero en su tesis la tectónica es como que va más allá de los sismos…
-Exacto. La variable tectónica, que en otros trabajos se puede describir relacionada a un sismo, o relacionadas a una historia geológica, en este trabajo no está solamente asocia a la sismicidad, sino que se estudia para evaluar el recurso hídrico, distribución de suelos, la vegetación, incluso la forma en que se distribuye la población en el Valle. Por ejemplo, si vemos una imagen satelital del Valle hay una zona en el centro de suelos incultos que nadie ha ocupado precisamente por las limitaciones que posee y se deben en parte a las características tectónicas del subsuelo.
-¿Cómo es lo de las Unidades Ambientales que identificó en su trabajo?
-Fueron unidades definidas como conclusión de mi trabajo. Primero, mediante anomalías geofísicas en el subsuelo, las que fueron luego interpretadas creando modelos que contengan datos de subsuelo ya existentes, como por ejemplo datos del agua subterránea, del Centro de Aguas Subterráneas. Luego, la capa de los datos de geología superficial, como los mapeos que realicé en campo de depósitos actuales, distribución del recurso hídrico superficial, geomorfología y datos que me aportaron los pobladores de algunos sectores del Valle de Tulum, referidos a los cambios percibidos en el ambiente a lo largo de los años. La conjunción de datos me permitió observar unidades de comportamiento homogéneo, que justamente coincidían con la presencia de estructuras tectónicas en subsuelo.
-¿Cuáles son esas Unidades Ambientales?
-Las unidades definidas atraviesan los limites departamentales. Una de las conclusiones que destaco en mi trabajo es la necesidad de no adaptar el medio ambiente a los usos humanos, sino de respetar sus características intrínsecas y adaptarnos los humanos a ellas. Por ejemplo, la Unidad 1 abarca los departamentos Rivadavia, Chimbas, Capital, algo de Rawson. Que es una zona del abanico aluvial que dejó el Río San Juan cuando poseía un mayor poder de transporte. La Unidad 2 involucra una franja que cruza el valle en una zona donde en la época de (Domingo Faustino) Sarmiento existían numerosas ciénagas o humedales. En subsuelo es un bloque bajo, y se caracteriza por poseer niveles freáticos próximos a la superficie, al menos cuando había agua. La Unidad 3 está ubicada sobre bloques de rocas de basamento enterrados en subsuelo, en una zona conocida como Sistema de fallas del Tulum. Es un enorme sistema de fallas geológicas que cruzan el Valle de Tulum y lo dividen en dos. La Unidad 4 coincide con la zona de piedemonte de la Sierra Chica de Zonda, no se limita al piedemonte de Rivadavia o piedemonte de Pocito, sino que los atraviesa. La Unidad 5 recibió el nombre de Bajo de Caucete, pero no sólo involucra a esa ciudad. La Unidad 6 es una zona al sur de la Sierra de Pie de Palo, donde hay en subsuelo una señal geofísica similar a la de Pie de Palo, por lo que podemos interpretar que es una estructura parecida, pero en subsuelo.
¿En todas las unidades hay zonas de riesgos y peligrosidad frente al avance de actividades humanas?
-Cada unidad posee más de un riesgo socio-natural. Aunque hay dos unidades que deben ser atención de los gestores del territorio. Una es el piedemonte que posee riesgos de crecientes, riesgo sísmico, remoción en masa, procesos erosivos intensos, y a su vez posee un valor ecológico alto. Son áreas donde no es claro el uso del suelo y donde no se cuenta con herramientas que en caso de existir normas de uso controlen su cumplimiento. Es el área que en enero y marzo sufrió las consecuencias del sismo y las crecientes posteriores. Un área de alta vulnerabilidad social y de alta exposición a un número importante de riesgos socio-naturales. La otra es la Unidad 3, que son bloques altos levantados por fallas inversas, es una zona con gran potencial de deformación, por lo tanto, las obras que allí se proyecten deberían cumplir normas constructivas particulares. Pero todas tienen lo suyo. La Unidad 2 tiene su historia: eran tierras de humedales que se drenaron para extender la frontera agrícola. Hoy son tierras agrícolas que están siendo afectadas por el mercado inmobiliario.
-¿Cuál sería el diagnóstico ambiental territorial en el Valle de Tulum?
-De manera resumida, para el Valle de Tulum las sobrecargas fueron erosión y depósito de detritos (sedimentos de rocas), sismicidad, licuefacción, inundación y crecientes, anegamiento, vulnerabilidad a la contaminación del agua y del suelo, viento Zonda, yacimientos arqueológicos-geológicos-paleontológicos, sitios de interés turístico-religioso, recarga de acuíferos subterráneos y riesgo de incendios. Todas estas sobrecargas deben ser consideradas a la hora de planificar qué hacer en el Valle de Tulum, para evitar efectos sorpresa frente a algún evento en el territorio.
-Es decir, el medio físico no es menos importante que lo que concierne a la dimensión humana…
-El diagnóstico del medio físico en esta área de tectónica activa no debe ser minorizado ante las demás dimensiones del territorio como las sociales, económicas y culturales. Debe ser una dimensión clave y bien estudiada tanto en su superficie como en subsuelo, es decir, tanto lo que se ve, como lo que no se ve. Y destacar y despertar valores ambientales en la sociedad que habita el Valle, como la protección y cuidado del medio ambiente; el respeto, el cuidado del agua como recurso finito de un ambiente desértico; el cuidado del suelo, de la flora y la fauna, de la cultura asociada al desierto; el respeto de las unidades fuente de agua; las áreas de suelos productivos; la no invasión de territorios con alta sobrecarga de riesgos; la preservación de sitios de interés geológico como los cerros Valdivia y Barboza, entre otras.
Prepararse no sólo para el sismo
“Ahora estoy en una etapa de divulgación muy importante, estoy buscando generar herramientas para que la gente conozca donde está viviendo, para que estemos preparados no sólo para el sismo, también para que podamos reflexionar y ser conscientes de la falta de agua, para el viento Zonda, para el incendio, la creciente, la defensa de las tierras que nos proveerán de alimentos o los territorios fuentes de agua, los territorios ricos en la historia sanjuanina, que guardan la cultura del pueblo, tal como Pie de Palo” (Dra. Aixa Rodríguez).
El avance urbano sobre tierras productivas
“El año pasado realicé la Diplomatura en Desarrollo Territorial y Municipios y justamente me tocó trabajar allí junto a Nicolás y Silvana, dos compañeros. Advertimos una problemática que es la de la Unidad Ambiental 2, que abarca, por ejemplo, Santa Lucía. Es el avance de lo urbano sobre tierras productivas. Es importante que, al momento de definir nuevas actividades, se respeten los límites urbano-rurales existentes. En el mundo se ha estudiado que las numerosas obras humanas, sean calles, o viviendas, plateas, plazas cementadas, etc. que ejercen un efecto de ‘sellado’ sobre el suelo. Ese efecto reduce la capacidad de infiltración del agua en el suelo y es una de las principales causas de las inundaciones. Como se vivenció al principio de la cuarentena en 2019, el desabastecimiento de algunos productos nos obliga a reflexionar y repensar sobre lo que significa el desarrollo local, la producción local de alimentos para el pueblo, el respeto de las áreas productivas actuales, del turismo interno, economías y culturas locales”. (Dra. Aixa Rodríguez)
Transferencia
“Creo que el trabajo puede haber sido premiado por la aplicación concreta de sus resultados en el ordenamiento territorial. Es un trabajo donde las geociencias no quedaron en el cajón. Además, de esta tesis han surgido diversas actividades de transferencia, publicaciones y exposiciones en congresos y reuniones científicas, también he participado exponiendo sus resultados parciales en las sucesivas visitas que estudiantes de otras provincias realizan al Instituto Geofísico Sismológico Volponi, Instituto de primer nivel en el ámbito científico-académico, a través de la transferencia educativa, así como en actividades del Gabinete de Geología Ambiental”. (Dra. Aixa Rodríguez)
Tesis doctoral: «Geología del Cuaternario y Geofísica Aplicada al Diagnóstico Ambiental-Territorial en el Valle De Tulum, Provincia De San Juan, Argentina»
Autora: Dra. Aixa Inés Rodríguez
Dirección: Dra. Suvires Graciela Mabel (Geología) y Dra. Martínez Myriam Patricia (Geofísica)
Institución: Instituto Geofísico y Sismológico Volponi, Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales – UNSJ.
Revista La U – UNSJ