El Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), a través de su Programa de Saberes Digitales EnFoCo, empezó a dotar de impresoras 3D a los establecimientos de formación técnica que servirán para que las instituciones puedan utilizarlas para producir distintos tipos de objetos. Por ahora son 2564 instituciones las que ya cuentan con estos dispositivos pero pronto, aseguran desde el Ministerio de Educación (del cual depende el INET), serán la totalidad de los establecimientos en todo el país; eso incluye a secundarios, terciarios y aquellos dedicados a la formación profesional.
De hecho las 5440 impresoras ya fueron adquiridas a la empresa marplatense Grupo Núcleo; las mismas vienen de China, marca DFRobot, modelo Overlord pro+; a la vez GN le incorporó a las mismas «necesidades puntuales que necesitaba el proyecto», explicaron desde la empresa.
Leandro Goroyesky, director ejecutivo del INET, señaló a La Nación que la adquisición de estas impresoras tiene como objetivo «dotar a los docentes de los conocimientos en esta etapa de gestión de la innovación». Cada aparato viene a la vez con 15 plantillas para la construcción de objetos. Y también hay videos tutoriales para ampliar las posibilidades de generación. Todas, claro, «producen» en plástico.
Y de hecho ya se utilizaron en algunas materias: por ejemplo para la realización de átomos impresos en 3D en clases de Química que sirvieron para estudiar los enlaces y moléculas. Y para el diseño y realización de cadenas de ADN y partes de la célula, que se implementaron en clases de Biología. La Inversion total en impresoras 3D y los entornos formativos fue de 594.100.000 de pesos.
Los usos diversos de las impresoras 3D
Más allá del uso que se le de en las escuelas de formación técnica, las impresoras 3D tienen diversas aplicaciones y están provocando un cambio de paradigma, que algunos la asemejan a una nueva revolución industrial. Por ejemplo, permitiría que piezas, objetos, incluso comida o casas, por solo citar algunos ejemplos, sean producidos en cualquier lugar y no necesariamente en una fábrica. El caso más resonante en el país es el de Gino Tubaro, que fabrica prótesis de manos y brazos, y las entrega de manera gratuita a niños en todo el país. Ya lleva entregadas más de mil.
El año pasado, en la Argentina, los fundadores de Medical Design crearon réplicas de órganos desarrollados con impresoras 3D, un método que les permitió realizar pruebas de cirugías antes de las operaciones. En Tel Aviv, mientras tanto, están probando imprimir corazones hechos con tejido humano para evitar los trasplantes. Son apenas algunos de los usos posibles.
Concurso para escuelas
Las escuelas secundarias técnicas de todo el país también pueden participar de un concurso, que se llama Hecho en 3D. Allí, podrían ganar 15 licencias Adobe por 3 años y hasta un viaje a las oficinas centrales de la compañía. La inscripción se realiza enwww.argentina.gob.ar/educacion/enfoco/h3d.
La Nación