Entre 2014 y 2019, el sistema educativo argentino incorporó 63.878 docentes, lo que representa un aumento del 4,7% en la cantidad de personal que trabaja en los niveles inicial, primario, secundario y superior, incluyendo las universidades estatales. El total de docentes pasó de 1.359.530 en 2014 a 1.423.408 en 2019. El mayor incremento se dio en la cantidad de profesores universitarios: la cifra creció un 10%, mientras que en el resto de los niveles el incremento estimado es del 3,9%.
Los datos surgen de un nuevo informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Gabriela Catri, Martín Nistal y Víctor Volman y con la colaboración de Mariano Narodowski (profesor de la Universidad Torcuato di Tella y Académico Asociado a Argentinos por la Educación). El trabajo estima la cantidad de docentes por provincia y por nivel educativo (universitario y no universitario), en base a los datos disponibles publicados por el Ministerio de Educación de la Nación. La información pública permite realizar la estimación hasta 2019, ya que después de ese año no se publicaron las estadísticas.
El documento advierte que la Argentina carece de datos censales actualizados sobre personal educativo: no hay cifras oficiales sobre la cantidad de docentes que hay en el país, en las provincias o en cada nivel educativo. Desde 2014, cuando se realizó el último censo de personal educativo, el país no cuenta con estadísticas oficiales al respecto. Esa información es fundamental para el planeamiento educativo, para la asignación de recursos y, en el contexto del COVID-19, para poder estimar por ejemplo la proporción de docentes vacunados.
“Las estadísticas son un factor clave para la toma de decisiones; no se puede planificar sin contar con cifras que reflejen la realidad. Y en el caso de los docentes, resulta fundamental dado que representan el mayor número de personas empleadas por el Estado y, a su vez, una inversión en salarios que supera el 4% del PBI”, señaló Marcelo Rabossi, profesor e investigador de la Universidad Torcuato Di Tella.
El especialista agregó: “Para el caso universitario, y dado que la dedicación exclusiva prácticamente no existe (solo uno de cada diez se encuentra contratado bajo dicho régimen), resulta fundamental, a través de su cuantificación, analizar sus trayectorias. De hecho, muchos de los académicos que trabajan en el sector público lo hacen asimismo en el sector privado. Por algún motivo, a veces ideológico, el país carece de cifras oficiales sobre la situación docente en el sector no estatal”.
Las tres provincias con mayor incremento en la cantidad estimada de docentes entre 2014 y 2019 son San Luis, San Juan y Neuquén, con aumentos de 14,9%, 11,3% y 9,0%, respectivamente. Las provincias con el menor incremento en este período son Formosa (1,1%), Catamarca (1,8%) y la Ciudad de Buenos Aires (2,4%).
A partir de los datos, Carlos Horacio Torrendell, profesor del Departamento de Educación de la UCA, formuló varios interrogantes: “¿Cuántos docentes son de tiempo completo o parcial? ¿Dedican más del 80% de su tiempo laboral a la educación o es un complemento salarial del 30%, por ejemplo? ¿Cómo podemos identificar las distintas trayectorias profesionales de los docentes para acompañarlos en su carrera y procesos de mejora y ascenso? ¿Cómo podemos lograr que los docentes que no están directamente frente a alumnos puedan converger para colaborar en las mejoras de los aprendizajes? ¿Cómo podemos distinguir a los docentes que pueden y quieren hacer carreras en la dirección escolar o en la conducción educativa y aquellos que quieren seguir su carrera y mejorar frente a estudiantes?”.
Las proporciones de docentes universitarios y no universitarios son disímiles entre las provincias. La Ciudad de Buenos Aires es la que mayor proporción de profesores universitarios tiene: el 28,0% de los docentes porteños ejerce en ese nivel. En el otro extremo, en Chaco los profesores de universidades estatales solo representan el 1,7% del total de docentes chaqueños.
Justamente Chaco fue la provincia donde más creció la cantidad de docentes universitarios entre 2014 y 2019 (el aumento fue del 98,8%, equivalente a 356 nuevos docentes), mientras que Tucumán fue la que menos docentes universitarios estatales incorporó (el aumento fue del 2,3%, equivalente a 173 nuevos docentes).
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