A partir de 2025, los alumnos de las escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires ya no aprenderán Prácticas del Lenguaje sino Lengua. No es solo un cambio de nombre: implica, sobre todo, un cambio de enfoque hacia una enseñanza más “sistemática” y “explícita”. Los docentes y las familias también notarán algunos cambios en el abordaje de la Matemática, orientados a favorecer el desarrollo del “pensamiento matemático” antes que la incorporación mecanizada de los algoritmos.
El Ministerio de Educación de CABA implementará un nuevo diseño curricular para la escuela primaria. El anuncio oficial será este lunes y estará a cargo del jefe de Gobierno, Jorge Macri, y de la ministra Mercedes Miguel. El documento, aprobado en septiembre tras dos años de trabajo, ya se presentó a las escuelas en la última jornada institucional.
El nuevo diseño, que empezó a elaborarse en 2022, reemplaza al que regía desde 2004. “Tomamos la decisión de cambiar la forma de enseñar y de aprender a leer y escribir, centrándonos en la alfabetización, y en matemáticas en la resolución de problemas con ejemplos cotidianos. Adoptamos un modelo de aprendizaje dirigido, en función de las diferentes edades, bien estructurado y con mayor intervención del docente en su rol de maestro y tutor”, declaró Jorge Macri al anunciar la medida.
Los cambios en Lengua y Matemática se enmarcan en la decisión de priorizar los “aprendizajes fundacionales”, según el objetivo que se planteó el Ministerio de Educación porteño en el plan Buenos Aires Aprende. Como parte de esa priorización, se establece una carga horaria de al menos 8 horas semanales de Lengua y 7 de Matemática en el primer ciclo (de 1º a 3º grado), y de 6 horas semanales de Lengua y 7 de Matemática en el segundo ciclo (de 4º a 7º grado) para las escuelas de jornada completa.
“Esos saberes esenciales son como los primeros ladrillos de una construcción, que deben ser sólidos para poder sostenerse a largo plazo. Si los chicos no aprenden a leer y escribir, no podrán adquirir el resto de los conocimientos para lograr construir su futuro ni continuar por un camino lleno de aprendizajes, habilidades y saberes, donde cada conocimiento impulse al siguiente”, afirmó la ministra Mercedes Miguel.
Entre las principales novedades, Miguel destacó: “En cada área se definen objetivos de aprendizaje e indicadores de logro para cada grado. Pasamos de un diseño organizado por ciclos a uno organizado por grados”. La ministra enfatizó que el nuevo documento es mucho más explícito con respecto lo que los estudiantes deben lograr de primero a séptimo grado, y en ese sentido busca orientar de manera más concreta la enseñanza y la evaluación por parte de los docentes.
Lengua: método “estructurado” para la alfabetización
El cambio más notable se registra en Lengua, sobre todo en el abordaje de la alfabetización inicial en el primer ciclo. Allí se prescribe ahora un método “estructurado, sistemático y explícito”, en el que las docentes deben enseñar las correspondencias entre las letras y sus sonidos (lo que los lingüistas llaman conciencia fonológica, y que se considera una habilidad “precursora” para el aprendizaje de la lectura y escritura). El diseño también hace hincapié en la necesidad de corregir a tiempo los errores de los alumnos, a contramano de una “pedagogía de la espera” que tendía a valorar más la intención comunicativa que la corrección ortográfica.
En ese marco se espera un rol muy activo del docente a la hora de intervenir, “modelar” la escritura y dar retroalimentación a los estudiantes. Si bien el horizonte sigue siendo la comprensión y producción de textos, se vuelve a una perspectiva más enfocada en la gramática y la ortografía. La lectura y escritura de palabras se plantea en paralelo con la comprensión y producción de textos escritos, precedida por el trabajo sobre la oralidad desde el nivel inicial.
Hoy en CABA 4 de cada 10 chicos de 1º grado no reconocen las letras. Seis años después, en 7º grado, 3 de cada 10 alumnos solo localizan información en un texto si está explícita, según las evaluaciones porteñas.
“El nuevo diseño tiene altísimo consenso porque los docentes ven la falta de alfabetización en los estudiantes. Queremos que al terminar primer grado todos los niños estén alfabetizados”, dijo Mercedes Miguel al presentar el documento a la prensa. Según el nuevo esquema, al final del primer grado se espera que los alumnos puedan leer palabras nuevas sin errores y escribir palabras sin omitir letras. También se espera que puedan leer y escribir oraciones sin ayuda e iniciar la lectura y la escritura de textos breves.
Tal como lo define la normativa nacional –por resolución del Consejo Federal de Educación–, se mantiene la “unidad pedagógica” entre 1° y 2° grado (es decir, primero no puede repetirse). Para el final del primer ciclo, en tercer grado, se espera que los alumnos puedan leer textos breves en voz alta de manera fluida, y escribir todo tipo de palabras sin errores. Además, los alumnos deberían poder escribir de manera independiente narraciones y textos expositivos, y comprender cuentos, leyendas, poemas, noticias y biografías breves.
“Retomamos la denominación de Lengua para poner foco en la disciplina y abordar el lenguaje en su complejidad, reconociendo que la alfabetización inicial implica procesos cognitivos específicos. El diseño curricular parte de la necesidad de conocer la gramática y las particularidades de la lengua española, además de abordar la lengua como herramienta de comunicación. Antes, el foco del diseño curricular estaba más en el uso de la lengua, por eso se hablaba de Prácticas del Lenguaje, en línea con el abordaje de la psicogénesis”, explicó Vanesa De Mier, investigadora del Conicet y una de las especialistas que participaron del desarrollo del diseño curricular.
“Con este nuevo diseño estamos incorporando el paradigma de la ciencia de la lectura. El cambio más notorio está en la alfabetización inicial. Allí se hace alusión a la conciencia fonológica y a las habilidades de base necesarias para lograr la fluidez y la comprensión lectora”, dijo De Mier a Infobae. CABA ya había empezado a implementar en 2022 un programa de Fluidez y Comprensión Lectora, inspirado en el trabajo que viene haciendo Mendoza. En 2023 y 2024 ese programa se amplió, y continuará en 2025.
El nuevo abordaje de Lengua forma parte del plan que CABA presentó en el marco del Compromiso Federal por la Alfabetización impulsado por la Secretaría de Educación de la Nación y el Consejo Federal. Según informaron desde el ministerio porteño, desde Nación se comprometieron a acompañar estas iniciativas de alfabetización por medio de la distribución de libros y de financiamiento para formación docente.
En busca del pensamiento matemático
En Matemática, el cambio principal apunta a favorecer el desarrollo del “pensamiento matemático”. También se propondrá un enfoque más “estructurado, explícito y reflexivo”, que apunta al desarrollo de habilidades como el razonamiento lógico, la argumentación crítica, la resolución de problemas y la capacidad para trabajar de manera autónoma y colaborativa, según los documentos elaborados por el ministerio.
Además, se menciona la necesidad de “contextualizar el aprendizaje en experiencias significativas” y se plantean cruces con la educación digital y el desarrollo del pensamiento computacional. Según las evaluaciones porteñas, actualmente solo 1 de cada 10 chicos de 7º grado logra resolver problemas “complejos” que requieren la interpretación de información no explícita y el uso de más de un cálculo u operación.
“El nuevo diseño curricular responde a una mirada renovada sobre la Matemática, que la concibe como una forma de pensar más allá de los procedimientos. Este pensamiento matemático profundo, relacionado con la capacidad de razonar de manera abstracta, identificar patrones y establecer relaciones, es fundamental tanto para comprender problemas cotidianos como abstractos”, explicó Pierina Lanza, coordinadora del equipo que desarrolló el nuevo diseño curricular de esta área, a Infobae. Lanza es profesora en Matemática, licenciada en Educación y diplomada superior en constructivismo y educación.
En cuanto a los contenidos, se incorpora el estudio de datos y probabilidad (a partir de 5° grado) y se da mayor continuidad al trabajo sobre cuerpos geométricos, que antes solía interrumpirse en 3° grado y retomarse en 7°, según explicó Lanza. El nuevo diseño promueve una mirada interdisciplinaria: “Se apunta a la posibilidad de articular con otras disciplinas, en vez de pensarla solo de manera aislada. Además, se trabaja la articulación entre los diferentes conceptos para lograr un aprendizaje profundo y duradero de las ideas matemáticas”, subrayó la especialista.
“Nos propusimos que el diseño no estuviera limitado a un único enfoque teórico. Incorpora la resolución de problemas, el enfoque cognitivista y las teorías críticas, entre otros. También observamos lo que sucede en otros países con buenos resultados en evaluaciones estandarizadas, sin perder de vista las particularidades de nuestra región”, agregó Lanza. Y explicó: “El desarrollo del pensamiento matemático se logra favoreciendo determinadas prácticas transversales. En ese sentido, hay dos prácticas clave: la argumentación matemática y la comunicación de ideas matemáticas. No se trata solo de la resolución de un problema, sino de que el alumno pueda explicar cómo lo resolvió y justificar por qué lo hizo de esa manera”.
Foco en capacidades y bienestar socioemocional
Otro cambio que destacan desde el Ministerio de Educación es el énfasis en el desarrollo de capacidades, en línea con la reforma de la escuela secundaria (y en contraste con el enfoque previo, “centrado en contenidos”). El diseño curricular destaca cinco capacidades que se espera fomentar en todos los estudiantes: autonomía para aprender, resolución de problemas, pensamiento crítico y reflexivo, comunicación, y colaboración y compromiso.
“El desarrollo de estas capacidades estará presente en las cuatro áreas del conocimiento (Lengua, Matemática, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales) para generar curiosidad y capacidad de preguntar. Con este nuevo diseño buscamos mejorar los aprendizajes y que los estudiantes lleguen mejor formados a la secundaria”, señaló la ministra Miguel.
También en línea con la reforma de la secundaria, el nuevo diseño curricular de primaria de CABA habilita formas alternativas de agrupar a los estudiantes y enfatiza la importancia del bienestar socioemocional, con foco en cuestiones como la autorregulación emocional, el respeto y el sentido de pertenencia. Entre otras propuestas, se crea un nuevo espacio curricular llamado “Prácticas de convivencia”, dentro de las llamadas “horas de priorización institucional”, que apunta a fomentar “habilidades sociales y resolución de conflictos, fortaleciendo los vínculos en la comunidad educativa”.
El diseño prevé como áreas transversales la Educación Digital (incluyendo la inteligencia artificial), la Educación Sexual Integral y la Educación Ambiental, así como Formación Ética y Ciudadana (en el segundo ciclo). También se consideran como “temáticas transversales” la educación alimentaria, la movilidad segura y sustentable, la prevención de consumos problemáticos y, en los últimos grados, la educación financiera.
Cómo seguirá la implementación
En noviembre, los nuevos diseños curriculares empezarán a llegar impresos a las escuelas, y en diciembre se los retomará en los Espacios de Mejora Institucional ya programados. Los cambios entrarán en vigencia con el comienzo del ciclo lectivo 2025 en las 889 escuelas primarias –estatales y privadas– de la Ciudad de Buenos Aires. Se aplicarán de primero a séptimo grado: alcanzarán a los 271.300 alumnos del sistema. Por lo tanto, impactarán también en los diseños curriculares de los profesorados, que deberán alinearse con la nueva propuesta.
Para los más de 28.000 docentes que aplicarán los cambios en las aulas, además de las jornadas institucionales habrá formación intensiva en Lengua y Matemática en febrero de 2025, y luego formación continua durante todo el año que viene.
Desde el Ministerio de Educación anticiparon que entregarán a los maestros 12.000 manuales titulados Yo amo enseñar. Además, se distribuirán 213.066 manuales Yo amo aprender para los estudiantes de escuelas estatales y de algunas privadas “priorizadas”. En octubre organizarán encuentros con las familias para explicarles la reforma y presentar los aprendizajes esperados para cada grado.
Fuente: Infobae.com