El papa Francisco apoyó que se imparta educación sexual en las escuelas, pero matizó que tiene que quedar libre de «las colonizaciones ideológicas».
El papa defendió la importancia de la educación sexual, al contestar a una pregunta de los 70 periodistas a bordo del avión sobre los numerosos embarazos de adolescentes en algunos países de Centroamérica y la falta de que se imparta esta materia en las escuelas de Panamá.
«El sexo es un don de Dios. No es el cuco (un monstruo con el que asustar). Es el don de Dios para amar. Que algunos lo usen para ganar plata o explotar a otros, es otro problema. Pero hay que dar educación sexual, objetiva, tal y como es», explicó.
Aunque, puntualizó, que la educación sexual tiene que estar libre de colonizaciones ideológicas porque estas «destruyen a la persona», en referencia, como ya ha dicho en otras ocasiones, a la llamada teología de género, entre otras.
También dijo que es importante elegir bien los maestros que se escogen para enseñar este tema y que la educación sexual, «lo ideal es que empiece en casa», aunque a veces no es posible porque las familias no saben cómo a frontarlo y la «escuela tiene que suplirlo»
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El papa también habló del aborto cuando se le preguntó si no le parecía dura la postura de la Iglesia contra las mujeres que interrumpen su embarazo.
Francisco dijo que «la misericordia es para todos» y que «Dios siempre perdona» y que por ello autorizó «absolver el aborto por misericordia».
El problema, explicó, «no es dar el perdón sino saber acompañar a las mujeres que han tomado consciencia de haber abortado».
Aseguró que cuando una mujer piensa en lo que ha hecho es un «drama terrible» y que «hay que dar consolación y no atacar».
Señaló que a las mujeres que sienten esa angustia por haber abortado les aconseja que hablen con el hijo que no tuvieron y le canten la nana que no le pudieron cantar. «Para entender bien el drama del aborto, hace falta estar en un confesionario. Es terrible», aseveró.