Fue en la ciudad de Córdoba hace unos años, en una de las tantas reuniones anuales de comunicadores que realiza el sitio Argentina Investiga, del Ministerio de Educación de la Nación, plataforma que difunde las investigaciones del sistema universitario argentino, que el investigador del CONICET y comunicador Antonio Mangione, hablando de la ciencia, expresaba: “¿Para qué es utilizada? No hablo aquí sólo de ciencia básica o aplicada, o si es sólo ciencia para el bien de los pueblos. Digo que quienes tengan ciencia, desarrollos tecnológicos propios, cierta soberanía tecnológica, nada más que por tenerla, ejercen poder. La asimetría entre quien los tiene y quien no, genera poder en favor de quien los tiene”. La Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, aprobada recientemente en el Congreso nacional por unanimidad, hará menos imposible despegar hacia ese horizonte.
La norma viene a hacer realidad un viejo anhelo del universo científico argentino y se encamina hacia la búsqueda real de soberanía. Se propone establecer el incremento progresivo y sostenido del Presupuesto nacional destinado a la ciencia y la tecnología hasta llegar, en el año 2032, como mínimo, a una participación del 1% del Producto Bruto Interno de cada año. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación dice que el espíritu de la iniciativa es promover la federalización del sistema científico tecnológico, desarrollar la matriz productiva de Argentina, generar empleos de calidad, visibilizar los avances científicos tecnológicos, promover la formación de profesionales, incrementar la infraestructura y equipamiento, generar incentivos para la inversión del sector privado, propiciar la participación de las mujeres y la población LGTBI+, jerarquizar la investigación científico tecnológica y contribuir al desarrollo del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Y algo trascendente: la asignación de recursos para ciencia y tecnología del Presupuesto nacional nunca será inferior a la del Presupuesto del año anterior.
Hace unos días, Roberto Salvarezza, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y ex presidente del CONICET, había dicho en una entrevista para la Web Oficial de la UNSJ: “Sabemos que somos capaces de fabricar vacunas y un ejemplo es la vacuna de Oxford-Astrazeneca, que se está fabricando en Garín, en la planta de mAbxience. Pero se trata de una vacuna diseñada por la Universidad de Oxford y queremos que en un futuro podamos también producir vacunas diseñadas por nuestras universidades nacionales”. De eso se trata el despegue.
A continuación, los/as responsables de las áreas de investigación de las cinco Facultades de la UNSJ y un investigador de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de esta Universidad, se refieren a este logro argentino.
Mg. Ing. Raúl Francisco Navas / Secretario de Investigaciones – Facultad de Ingeniería
“Un marco de previsión que permitirá planificaciones”
“En la Ley de Financiamiento se destacan puntos como que el incremento de la inversión será progresivo y pasará del actual 0,28% del PBI al 1% en 2032. Deberá destinarse a promover la federalización del sistema científico tecnológico, desarrollar la matriz productiva, generar empleos de calidad, visibilizar los avances científicos tecnológicos, promover la formación de profesionales, incrementar la infraestructura y equipamiento, generar incentivos para la inversión del sector privado, propiciar la participación de las mujeres y la población LGTBI+, jerarquizar la investigación científico tecnológica y contribuir al desarrollo del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Resulta muy auspicioso y motivador para todo el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, la sanción de la Ley de Financiamiento, ya que, además, fue ampliamente consensuada por todos los sectores políticos. Con la cercana experiencia del contexto de pandemia y, además, en nuestro caso, con un desastre natural como es el terremoto, esta iniciativa genera esperanzas y expectativas crecientes en estos tiempos. Urge establecer políticas de investigación de largo plazo y desarrollos tecnológicos adecuados a las necesidades propias de cada región. De igual forma, facilitará el establecimiento de mecanismos de transferencia dinámicos, ágiles y participativos que permitan llegar con las soluciones apropiadas a los lugares donde sean necesarias. A través de esta decisión, se presenta un marco de previsión que permitirá que las planificaciones y posterior ejecución de los proyectos, cualquiera sea su magnitud y complejidad, no tengan mayores sobresaltos. Esto es lo que requiere y espera la investigación científica y el desarrollo tecnológico, independientemente de los cambios políticos que ocurran.
Dra. Natalia Núñez / Secretaria de Investigación y Creación – Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
“Tendremos la tarea de proponer un Plan de acción regional”
“¿Qué beneficios tendrán las Universidades con la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación? El objetivo principal de esa normativa es establecer el incremento progresivo y sostenido del Presupuesto nacional destinado a la ciencia y la tecnología hasta alcanzar, en el año 2032, como mínimo, una participación del 1% del Producto Bruto Interno (PBI) de cada año. Entre los objetivos más relacionados con el ámbito universitario, creo que podría resaltarse la formación de profesionales, incrementar la infraestructura y equipamiento, propiciar la participación de las mujeres y la población LGTBI+ (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y otras comunidades y disidencias) en el Sistema Científico Tecnológico. Para ello, se establecerá una distribución de los fondos con criterio federal, a partir de la articulación con el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT) dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. Esperamos desde las Universidades que se puedan implementar programas federales que permitan alcanzar estos objetivos, internamente tendremos la tarea de proponer un Plan de acción regional que permita potenciar la relación entre la Universidad y la sociedad sanjuanina”.
Prof. Marcelo Vasquez / Secretario de Investigación y Creación – Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes
“Debemos celebrar esta medida”
“Las y los científicos de Argentina trabajan arduamente a diario haciendo de nuestro sistema de Ciencia Tecnología e Innovación uno de los más importantes, si comparamos con otros países latinoamericanos. A pesar de esto, se encuentran con limitaciones que imponen la deficiente infraestructura, el escaso equipamiento y el insuficiente financiamiento para llevar a delante sus investigaciones. En este contexto, debemos celebrar esta medida. Que la solución venga del Estado, además, constituye un plus importantísimo, ya que esto debe garantizar la libertad de poder direccionar las investigaciones al bienestar de toda la comunidad. Estarían los recursos, debemos discutir entonces la necesidad de una distribución armoniosa de los fondos para el desarrollo de las líneas y campos de investigación, que aborden los principales aspectos de las necesidades urgentes y estratégicas. La cuestión productiva es primaria, pero las Humanidades, las Ciencias Sociales y el Arte tienen aportes fundamentales y resultan menos consideradas a la hora de destinar fondos. Si queremos construir un país independiente, con autonomía técnica y científica, no solo hay que desarrollar tecnología, sino también modelos políticos, económicos, territoriales, educativos, filosóficos y culturales. El financiamiento es esencial, pero no garantiza completamente, por sí solo, el cumplimiento de los objetivos que debemos tener como nación. Esta ley es un buen punto de partida para encontrar soluciones. En esta instancia las Universidades Nacionales cumpliremos un papel intransferible y determinante.
Esp. Lic. María Lucía Manchinelli / Secretaria de Investigaciones – Facultad de Ciencias Sociales
“Deberá ser el instrumento que le resuelva problemas a la gente”
“Es un acuerdo muy esperado para todos los organismos y agentes dedicados a la producción científica del país. Esta ley propone diversificar la matriz productiva, diseñar nuevos empleos de calidad, promover estrategias de divulgación y atender las formaciones profesionales, tomando en cuenta el género, lo federal, los salarios y trabajar con el sector privado. Sus objetivos la convierten en desafíos muy importantes a cumplir para un país donde el financiamiento del sistema económico-social sigue presentando dificultades por su intermitencia y altibajos, caracterizado por sus conflictos macroeconómicos que, a la vez, se profundizaron con la pandemia, constituyéndose esto último en problemáticas planteadas inclusive en los fundamentos de la ley. Por ello, cabe la reflexión en primer lugar bajo qué políticas se pondrá en práctica los objetivos de la ley, es decir, qué estrategias permitirán el aumento de la producción y bajo qué mecanismos se hará posible la federalización y distribución equitativa del presupuesto y bajo qué criterios y estrategia será distribuido en las diferentes áreas de conocimiento y disciplinas científicas. Es sobre lo anterior donde se hace necesario dar la discusión por parte de la comunidad científica para que su implementación sea democrática y no discrecional en su reparto. Su sanción es el puntapié inicial y necesario para otorgar marcos de garantías, estabilidad y crecimiento progresivo de recursos económicos que permitirá desarrollarnos, pero ante todo deberá ser el instrumento que le resuelva problemas a la gente.”
Arq. Alejandro Rosas / Secretario de Investigación y Creación / Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño
“Esto nos da un horizonte de esperanza”
“Esta ley va a ser fundamental de ahora en más porque propone un incremento anual del Presupuesto para ciencia y tecnología. Es decir, a medida que los Presupuestos a nivel nacional se vayan aprobando, las sumas para estas áreas siempre serán mayores que el año anterior. Esto demuestra el interés que existe en la dirigencia política de nuestro país en jerarquizar la ciencia, la tecnología y la innovación. Seguramente nos permite vislumbrar un futuro más positivo que el tiempo que pasamos pocos años atrás, en que la ciencia, la técnica y la innovación realmente fueron maltratadas y desfinanciadas. Por eso, esto nos da un horizonte de esperanza de que se va a poder investigar y producir mejor para llegar a mejores desarrollos tecnológicos. Por otro lado, la ley plantea favorecer el rol de la mujer en la ciencia y en la tecnología, y es algo fundamental. Creo que la mujer juega un rol muy importante dentro de este campo en nuestro país. En ciencia e investigación, Argentina siempre ha estado a la vanguardia y con excelentes investigadores. Esta ley, entonces, es como un mimo a los/as investigadores/as. Y hay que tener algo muy en claro, y es que esta ley surge cuando nos hemos enfrentado a una pandemia en la que se puso la esperanza en el desarrollo de una vacuna. Si la ciencia en nuestro país hubiese estado más sostenida desde lo económico, creo que también la podríamos haber desarrollado de una manera rápida”.
Dr. Roberto Dacuña / Docente e investigador – Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud
“Para la Enfermería, esta ley permite una gran oxigenación”
“Rescato de la ley la idea de federalización del sistema científico – tecnológico, de formación de profesionales, de democratización de la ciencia. Me parece que lo fundamental es entender que durante mucho tiempo la ciencia fue pensada como un saber privilegiado para una determinada elite. Pero en realidad, al conocimiento científico hay que pensarlo relacionado siempre con la matriz social. En nuestra Latinoamérica, si queremos una sociedad más igualitaria, hay que pensar en un desarrollo fuerte de la ciencia social, espero que hacia allí también apunte esta nueva ley. Destaco además la necesidad y urgencia del sistema universitario de fortalecer su investigación, que se ha visto afectada en estos últimos años. Pienso el sistema universitario no sólo imbricado con los procesos altamente tecnológicos, sino también con procesos sociales que tienen que ver con el desarrollo de las comunidades. Particularmente para la Enfermería, esta nueva ley permite una gran oxigenación, porque es una disciplina que se está constituyendo dentro del campo científico. Desde la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud hemos tenido que pensar en políticas disparada desde la propia Escuela, porque el sistema de ciencia tiene un proceso de financiamiento que a aquellas disciplinas que no cuentan con un desarrollo histórico se les hace muy difícil”.
Revista La U – UNSJ