Si nos preguntamos qué es “capacitar” podemos decir que se trata de hacer que una persona sea apta o capaz para determinada actividad. Es un proceso permanente donde están presentes lo teórico, lo metodológico, lo epistemológico, lo didáctico, lo psicológico y hasta lo social.
Hoy los docentes de todos los niveles educativos de Mendoza y situados en distintos paradigmas de formación encuentran ofertas de capacitaciones con distintas modalidades: presenciales, on line, mixtas, etc.
Frente a esta situación, aunque siempre existe el deseo de capacitarse, hay variables influyentes que van en contra de su propósito: muchas horas de trabajo en instituciones (hoy muchos docentes hacen doble turno o más), sumado a las horas de trabajo en el hogar, los costos económicos de la capacitación, si tienen o no puntaje docente y los retos a los que se enfrentan día a día.
Si bien la oferta hoy en Mendoza es variada -en la provincia se dictan charlas, talleres, cursos, diplomaturas, tecnicaturas, posgrados, licenciaturas, ciclos de complementación curricular, maestrías y doctorados de gestión estatal o privadas- también es una realidad que capacitarse para mejorar las prácticas en el aula y en la gestión educativa, termina siendo un derecho a los que a muchos docentes les cuesta acceder.
Es claro que la capacitación docente es muy importante, por varios motivos:
En primer lugar, redunda en beneficio para el docente y para sus alumnos, y constituye una de las aristas fundamentales en la mejora de la educación.
En segundo lugar, potencia su profesión con un enfoque práctico y un método orientado a su perfeccionamiento.
En tercer lugar, brinda herramientas que respondan a las demandas actuales (más aun las que fueron evidenciadas con la pandemia por Covid 19 y con ello, las prácticas educativas desde la virtualidad).
Por último, responde a los desafíos actuales a los que está siendo enfrentado el mundo educacional.
En este sentido, el desafío es trabajar por una capacitación docente que
• sea un instrumento para enaltecer la enseñanza en los distintos niveles educativos.
• permita adquirir conocimientos para él, los alumnos y la institución educativa.
• establezca relaciones significativas entre los distintos actores.
• desarrolle estrategias de comunicación interna y externa en función de los públicos.
La Ley de Educación Nacional 26.206 promueve en el art.67. -entre otros postulados- que los docentes de todo el sistema educativo tendrán los siguientes derechos y obligaciones, sin perjuicio de los que establezcan las negociaciones colectivas y la legislación laboral general y específica:
Derechos:
a) al desempeño en cualquier jurisdicción, mediante la acreditación de los títulos y certificaciones de acuerdo con la normativa vigente.
b) a la capacitación y actualización integral, gratuita y en servicio, a lo largo de toda su carrera.
Obligaciones:
d) A ejercer su trabajo de manera idónea y responsable.
c) A capacitarse y actualizarse en forma permanente.
Evidentemente, para pensarnos como sociedad y como educadores del siglo XXI, es relevante conocer las últimas tendencias en el mundo de la docencia y especializarse. Pero para ello, es necesario que el docente cuente con el tiempo que requiere asumir el compromiso de seguir estudiando y con los recursos económicos que el ejercicio de la profesión debería permitirle disponer.
Los Andes