Los últimos datos que ofreció el gobierno nacional sobre 2018 no ayudan a creer en la promesa del presidente Mauricio Macri de que construirá miles de jardines de infantes. El programa de Fortalecimiento Edilicio de Jardines de Infantes del Ministerio de Educación tenía, al cierre del año pasado, una ejecución del 70,17 por ciento. Ese porcentaje es sobre un total que ya había sufrido un recorte (pasó de 6 mil millones a 2,9 mil millones). Para 2019, hay una reducción nominal sobre las partidas a 2,5 mil millones. Esto se suma a otros programas con subejecución, como el de Infraestructura y equipamiento, o el de Innovación de Desarrollo de Formación Tecnológica, que para la misma fecha tenía una ejecución del 69,82 por ciento. El Plan Nacional de Educación Digital sufrió, para este año, un recorte del 58 por ciento.
Se trata de los últimos datos disponibles sobre la ejecución del presupuesto educativo, fechados el 24 de diciembre pasado. En la web de presupuesto abierto del gobierno nacional no figuran actualmente datos posteriores y solo está disponible la ejecución de 2019.
La subejecución de partidas educativas implica, en los hechos, un recorte sobre el dinero destinado a ese área. Se trata de una política que acompaña al PRO desde sus primeras épocas como gobierno porteño.
En el último dato del Ministerio de Educación nacional, el programa Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles figura como monto final 2048 millones de pesos. Un 70,17 por ciento del total del dinero que estaba disponible, que ascendía a 2920 millones de pesos.
No obstante, ese presupuesto había sufrido previamente un recorte: el monto original en 2018 para jardines, según lo votado por el Congreso, era de 6063 millones de pesos. Si se hace el cálculo sobre ese monto original, lo que realmente se gastó es aún menor: un 33,8 por ciento. Para este año, lo que está presupuestado es 2528 millones de pesos, lo que representa un recorte nominal respecto del monto ya recortado de 2018 de otros 392 millones, luego de un año con una inflación del 47,6 por ciento.
En la campaña 2015, Macri había hecho una promesa sobre los jardines: “Yo me comprometo a construir los tres mil jardines de infantes que faltan”, dijo. Luego cambió este compromiso electoral por diez mil salas. Tampoco lo cumplió: desde el Ministerio de Educación sostuvieron ante el sitio Chequeado que a fines de 2018 había llegado a 1384 salas. A esto se suman denuncias de cierres de salas, como la que hizo la comunidad educativa del jardín del Hospital Ramos Mejía.
Este diario informó sobre una denuncia penal presentada por la presidenta de la asociación civil Bajo la Lupa, Margarita Stolbizer, por presunta administración fraudulenta de fondos en la construcción de esas aulas. La dirigente focalizó en cinco licitaciones, de las cuales cuatro las ganaron las mismas dos empresas por cerca de 1400 millones de pesos. En el informe, señaló que el dinero se pagó pero las aulas no se habían construido.
La denuncia se basó en un pedido de informes que hizo al Ministerio de Educación nacional, en el cual le requirió que se detallara cuántas aulas se construyeron. En el caso de las licitaciones que denunció Stolbizer, con obras en Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, detallaron que de las 23 obras que tenían que hacer, empezaron 19 y no terminaron ninguna. Lo mismo había ocurrido con otras 43 obras en Chubut, Neuquén y Río Negro: comenzaron 38 y no las terminaron. Para Tierra del Fuego y Santa Cruz, iniciaron otras nueve obras. De nuevo, ninguna terminada, al igual que otras nueve en La Pampa. Cuando hizo su denuncia, en junio del año pasado, Stolbizer advirtió que el plazo de la obra era de seis meses y había pasado el triple de tiempo.
Al igual que con los jardines, con la innovación tecnológica la subejecución fue alta. El Ministerio de Educación tenía disponibles 5808 millones de pesos, de los que gastó 4055 millones, que representan un 69,82 por ciento del total. El presupuesto para 2019 es de 4420 millones, un recorte sobre lo que estaba disponible el año pasado de 1388 millones, que representa una caída nominal del 23,9 ciento. En tanto, el Plan Nacional de Educación Digital cayó de 3400 millones presupuestados el año pasado a 1427 millones para 2019, un ajuste del 58 por ciento.
Otra partida que sigue el camino del recorte es la de “Infraestructura y equipamiento”. Comenzó el año pasado con un presupuesto de 9290 millones de pesos, pero sufrió un recorte a 3403 millones. De ese monto, se ejecutaron 2849 millones, que representan el 83,7 por ciento del total posterior al recorte. Pero, nuevamente, si se compara con el monto que figuraba en el presupuesto, en verdad se utilizó el 30,6 por ciento de los recursos originales. Para 2019, al igual que en los otros casos, hay un monto aún inferior presupuestado: 2614 millones de pesos. Y todavía resta ver cuánto de ese dinero realmente será ejecutado este año. Lo que confirman las tendencias es que el ajuste en educación llegó para quedarse.
Página 12