El pasado mes de febrero, el Instituto Human-Centered Artificial Intelligence de la Universidad de Stanford organizó la cumbre “AI+Education”, que reunió a investigadores, emprendedores y expertos de inteligencia artificial y educación para explorar el potencial de la IA en la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Ese fue, de hecho, la cuestión central de la cumbre. Sin embargo, la IA también presenta ciertos riesgos en el ámbito educativo, y esos fueron también temas de debate.
Esta semana, el Instituto publicó las memorias de la cumbre destacando pros y contras de la Inteligencia artificial en el aula:
Primero los beneficios
1. Mejorar el apoyo personalizado para maestros a escala. Los modelos de lenguaje de IA pueden actuar como estudiantes de práctica para nuevos maestros, proporcionar comentarios y sugerencias en tiempo real, y generar informes posteriores a la lección para resumir la dinámica del aula. Además, la IA puede ayudar a los maestros a mantenerse actualizados con los últimos avances en su campo y actualizar su plan de estudios en consecuencia.
2. Cambiar lo que es importante para los alumnos. La calculadora se ha convertido en una herramienta omnipresente en la educación, pero no ha eliminado la necesidad de aprender habilidades matemáticas básicas. De manera similar, la IA no debe hacer que los estudiantes pierdan la capacidad de pensar críticamente y desarrollar habilidades fundamentales. En cambio, puede elevar el listón al requerir que los estudiantes editen y curen, convirtiéndolos en arquitectos más creativos y ambiciosos. La IA podría ser vista como una herramienta similar a la imprenta, democratizando el conocimiento y mejorando las habilidades de escritura humana, en lugar de reemplazarlas.
3. Permitir el aprendizaje sin miedo al juicio. La inteligencia artificial puede ayudar a fomentar la confianza en sí mismos de los estudiantes al proporcionar comentarios constructivos que no causen la misma timidez que la respuesta humana, lo que hace que los estudiantes estén más dispuestos a participar, asumir riesgos y ser vulnerables. Además, los agentes de IA en tiempo real pueden brindar apoyo y retroalimentación en áreas donde es difícil enseñar habilidades blandas, como la comunicación y el pensamiento crítico, permitiendo a los estudiantes probar diferentes tácticas para mejorar.
4. Mejorar la calidad del aprendizaje y la evaluación. La inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar la calidad del aprendizaje y la evaluación al permitir que los maestros generen múltiples conversaciones únicas con cada estudiante, lo que no es posible en un aula tradicional. Además, la IA puede determinar rápidamente las habilidades de un alumno y recomendar soluciones para llenar los vacíos, lo que puede ayudar a los estudiantes a ser emparejados con roles que requieren esas habilidades. Estas mejoras pueden abordar algunos de los desafíos más importantes de la educación, como la dificultad de enseñar habilidades blandas de manera efectiva y la incapacidad de juzgar el perfil de habilidades de un alumno.
Y ahora los riesgos:
1. El resultado del modelo no refleja la verdadera diversidad cultural. En la actualidad, los modelos de inteligencia artificial como ChatGPT no logran reflejar la diversidad cultural y las voces auténticas de poblaciones diversas en el sistema educativo. Esto crea una brecha abrumadora en la conexión y seguridad para algunos de los estudiantes más desatendidos, lo que dificulta la creación de un entorno educativo equitativo.
2. Los modelos no se optimizan para el aprendizaje de los estudiantes. Aunque ChatGPT proporciona respuestas a las consultas, estas respuestas no están optimizadas para el aprendizaje de los estudiantes. A menudo, se enfocan en proporcionar respuestas rápidas en lugar de explicaciones pedagógicamente adecuadas o marcos que fomenten la curiosidad y el aprendizaje profundo.
3. Las respuestas incorrectas vienen en empaques bonitos. La IA puede generar respuestas coherentes pero inexactas, como lo demostró un estudio en el que un chatbot de tutoría virtual ofrecía respuestas erróneas en un formato atractivo y educativo. A pesar de que el chatbot utilizaba técnicas pedagógicas efectivas, las respuestas que proporcionaba no eran matemáticamente precisas.
4. Los avances exacerban una crisis de motivación. El rápido progreso de ChatGPT y otros avances en inteligencia artificial han exacerbado una crisis de motivación entre los estudiantes. Según Chris Piech, profesor de ciencias de la computación, los estudiantes pueden sentirse desanimados al ver cómo la IA avanza rápidamente, lo que puede hacer que cuestionen el valor de sus habilidades y su futuro laboral. Esto puede contribuir a una crisis más amplia de motivación y propósito en la educación.
Infobae