El Consejo Federal de Educación volvió a evaluar hoy la situación de las clases presenciales en el país. Los ministros coincidieron en que la escuela no está aumentando la circulación del virus y el mensaje que bajó el gobierno nacional fue el de priorizar la presencialidad. Si hubiera que endurecer las restricciones, la escuela seguiría abierta pese a que podría reducirse la asistencia en los distritos más comprometidos.
“No podemos comenzar las restricciones cerrando las escuelas. Si tiene que haber una disminución de la presencialidad para restringir la circulación de personas, no debería implicar la suspensión absoluta de las clases en las aulas como primera medida”, señaló el ministro de Educación Nicolás Trotta, que encabezó la sesión.
El Gobierno presentó una propuesta para “administrar la presencialidad escolar” en los distritos más afectados por el aumento de contagios. Si bien remarcaron la necesidad de sostener las escuelas abiertas, sí habilitaron la posibilidad de reducir la frecuencia de las clases presenciales en la mínima unidad geográfica. Es decir, ya no se considerará a las provincias como un todo, sino que se monitoreará el avance de la segunda ola por localidades.
Según supo Infobae, el plan contempla ponderar la circulación en el transporte público de la comunidad educativa. Además, en los casos más complejos, se habilita la posibilidad de disminuir la cantidad de días de asistencia a clases o definir cierres parciales que seguirían un orden de prioridad. Lo último en cerrar sería lo que los ministros consideran cursos prioritarios: el último grado de primaria y el último año de secundaria. En segunda instancia, sala de cinco y el primer ciclo de primaria (primero, segundo y tercer grado).
Ante una eventual suspensión de clases, el gobierno provincial deberá consignar la duración de la medida, que tendrá que ser por un período breve. Así y todo, las escuelas se mantendrían abiertas con guardias.
“Se pueden administrar distintas medidas en torno a la asistencia en aquellas zonas que presenten mayor complejidad, considerando la menor unidad geográfica posible ya que la escuela ha dado muestras de ser un espacio seguro”, planteó Trotta.
La posibilidad de reducir la asistencia a clases se está estudiando en la provincia de Buenos Aires, según comentó el propio viceministro de Salud Nicolás Kreplak. Pero, por ahora, las clases continúan en todos los partidos bonaerenses. En la Ciudad de Buenos Aires, en cambio, descartaron de plano la opción de bajar la concurrencia a las escuelas.
Los ministros de las 24 jurisdicciones estuvieron de acuerdo en que las restricciones se deben llevar adelante primero en los ámbitos sociales, donde hay menos control en los cuidados y donde se estarían generando la mayor cantidad de casos.
Durante la sesión virtual, los titulares de Educación insistieron en la poca incidencia de contagios que están viendo en las escuelas, que por el contrario contribuyen a detectar pronto los casos. La intención es que a partir de la carga de información en Cuidar Escuelas, la plataforma que centraliza los datos a nivel nacional, se puedan detectar las instituciones donde se generan brotes para ajustar allí el funcionamiento de los protocolos.