La situación laboral y salarial de los docentes porteños volvió a estallar este lunes, donde al conflicto se le sumó el extra de la campaña electoral. Los detonantes fueron la expresión del actual jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodríguez Larreta, quien afirmó que «docente que para no cobra» y la declaración de la ministra de Educación, Soledad Acuña, advirtiendo que las maestras y maestros que hicieron paro «no cobrarán el bono de 60.000 pesos».
Tras el receso de las vacaciones de invierno, la conducción de la Asociación de Enseñanza Media y Superior (Ademys) realizó este lunes un cese de tareas, al que adhirieron también los docentes de educación especial y terciarios, por reclamos salariales y laborales.
Pero quien también salió a marcar la cancha a los funcionarios de la ciudad fue el consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) que criticó los salarios de los trabajadores y trabajadoras de la educación.
La central obrera sostuvo que las declaraciones realizadas por Rodríguez Larreta, que incluyeron el lema «la educación no puede parar», potencian «un sistema salvaje», que termina «imponiendo ilegítimamente que un docente perciba una mueca de mejor salario del bolsillo de otro trabajador o trabajadora en lucha por salir de la línea de pobreza».
En un comunicado, remarcó que «el movimiento obrero organizado, la CGT en su conjunto y la secretaría de Políticas Educativas van a luchar contra el capitalismo salvaje de Larreta que pretende, sin invertir más dinero en educación, que las y los docentes de manera caníbal se coman unos a otros sus salarios por disposición del actual Jefe de Gobierno«.
Asimismo, indicó que Larreta, precandidato a presidente por Juntos por el Cambio, tiene trabajadores con «salarios muy por debajo de la línea de la pobreza«, que «no llegan a fin de mes y no tienen para darle de comer a sus hijos/as». La secretaría de Políticas Educativas cegetista está encabezada por Sergio Romero, titular de la Unión Docentes Argentinos (UDA), quien es muy crítico de la gestión porteña.
En tanto, Ademys realizó este lunes un paro en demanda de una recomposición salarial, al tiempo que denunció «una política de ataque y persecución a la docencia«, a través del ministerio que conduce Acuña. Para el sindicato, el jefe de Gobierno porteño y su ministra «mienten», llevan adelante un «vaciamiento educativo» y «precarizan el trabajo.
Agregaron que, como parte de la campaña electoral «salieron en los medios a atacar a nuestro sindicato y le mienten a la comunidad educativa; dicen «priorizar la educación, sin embargo en las escuelas sabemos perfectamente del vaciamiento educativo«.
También aseguraron que se está aplicando «una baja en el presupuesto de -8,8 puntos porcentuales comparado con el presupuesto anterior«, destacando que «CABA es la que menos presupuesto educativo asignó con respecto a su presupuesto total: tan solo un 16,7%, pero millones en publicidad».
Explicó que «más de 30.000 niños y niñas continúan sin vacante centralmente en el nivel inicial, tan importante para los chicos y las chicas; no se construyen escuelas ni se refaccionan; la comida para los chicos no es de la calidad adecuada; y las condiciones de infraestructura tampoco».
Ademys advirtió que «el único interés de los funcionarios es mandar a los estudiantes de 5to año a trabajar gratuitamente para grandes patronales. Nuestro salario aún queda por debajo de la canasta de pobreza, obligando a tener que trabajar dos o tres turnos para llegar a fin de mes, precarizando aún más nuestro trabajo y el proceso de enseñanza en la escuela».
Mientras Rodríguez Larreta aseguró que «docente que no para, gana más», funcionarios porteños dejaron entrever que la huelga tiene intereses electorales, ya que uno de los líderes de Ademys, el secretario gremial Jorge Adaro, es también precandidato a jefe de gobierno de la ciudad por Izquierda Socialista en el FIT Unidad, en la lista que encabeza Myriam Bregman como precandidata a presidenta.
Acuña salió a limitar contra el cese de tareas, explicando que desde Ademys «hacen política partidaria perjudicando siempre a los chicos», y afirmó que el paro tuvo una adhesión del 2 por ciento. En esta línea, sostuvo que «la educación no puede parar».
Sostuvo que «en la Ciudad, los docentes que paran no cobran, y los que no paran ganan más. Los docentes que van a trabajar, los que hacen el esfuerzo, los que están todos los días en el aula con el cuerpo, el corazón y la mente, tienen un reconocimiento salarial extra».
Anunció que este martes se liquidará el bono de los 60.000 pesos y aseguró: «Porque el que hace las cosas bien tiene que ser reconocido. No nos da todo lo mismo. Vamos por más trabajo y más educación para recuperar la Argentina del progreso».
Por los 12 días de paro que se contabilizan en lo que va del año, aplicados por la Unión Trabajadores de la Educación (UTE) y Ademys, a los docentes sin antigüedad de jornada completa que se adhirieron ya se les descontaron 115.914 pesos, mientras que para aquellos que cuentan con la máxima antigüedad, dejaron de percibir 135.979 pesos.
Al respecto, los dirigentes de Ademys señalaron: «cerramos la primera mitad del año con el anuncio del bono extorsivo y antisindical, que intenta vulnerar el derecho a parar y a hacer uso de cualquier licencia».
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