El Centro de Innovación educativa Conectar LAB concitó la atención de chicos y jóvenes que participaron con gran entusiasmo de los talleres gratuitos que se desarrollaron en el marco del receso invernal.
Las actividades fueron variadas, abarcando desde la robótica, ciencias, creación de hologramas a desarrollo sonoro. Más de 150 chicos y jóvenes disfrutaron de las vacaciones en el LAB.
En el Taller de 6 a 9 años se divirtieron en actividades como el “Club de detectives del Conectar Lab” descubriendo algunos de los organismos vivos que habitan en nuestro entorno, permitiendo despertar la curiosidad a través del contacto con la naturaleza y luego haciendo foco en el empleo de lupas y microscopios ópticos como medio para apreciar detalles del ser vivo encontrado (insectos y demás), o bien, de los “pequeños grandes» que no vemos a simple vista.
También fueron guiados en conceptos básicos sobre material genético, como su propio ADN, pudiendo identificarlo a simple vista y utilizando una técnica sencilla para poder replicarla.
Mientras que los chicos de 10 a 13 años participaron en una clínica de videojuegos, compartiendo sus gustos personales y experiencias, creando un emulador de videojuegos que luego probaron jugando por equipos.
En el «HologramBox: hologramas personalizados”, trabajaron a partir de un abordaje interdisciplinar buscando utilizar el holograma como disparador de contenido para aprender a grabar y editar un video, al mismo tiempo que se desarrollaron habilidades manuales en la creación de una caja proyectora de hologramas, que cada participante se llevó para seguir divirtiéndose, disfrutando con su propio trabajo. También grabaron un mensaje para su generación dentro de 20 años, que fue proyectado en sus cajas en la muestra de cierre de sus trabajos y lo compartieron con sus familiares, quienes fueron invitados a participar de ese momento.
Los adolescentes crearon un robot, además de participar de un recorrido sonoro que recreó la historia de la Estación de Trenes Belgrano, sus talleres de reparación y sus alrededores, donde hoy se encuentra el edificio de Conectar Lab. Todo este conocimiento lo plasmaron en fotos, audios y dibujos que luego compartieron con sus familiares.