Pese a que hubo puntos de acuerdo (los avances en infraestructura), los docentes no ceden en ningún punto y desde el gobierno no encuentran interlocutores válidos para de una vez por todas terminar con el conflicto.
Desde la oposición, la respuesta es clara. “Al gobierno le resulta cómodo y no toma dimensión de la gravedad. Los gremios tienen una posición extrema. Los alumnos no tienen clase y tampoco oportunidad de recuperarlas. Además, hay un problema social muy importante ya que hay muchos chicos que comen en los colegios y que hoy no tienen cubierto ese plato de comida”, sostiene Manuel Pagliaroni.
Los docentes y el pedido de renuncia
Otro de los focos de la reunión estuvo puesto en la figura del jefe de Gabinete, Federico Massoni. Los docentes entienden que por todo lo sucedido tiene que haber un gesto político. Y el apuntado es Massoni. “Cada vez que sale a declarar genera un malestar mayor”, sostiene Pablo Salguero de SADOP. En ese sentido, el gobierno no cede pese a que son varios los cercanos a Arcioni que también piden la cabeza del ministro.
La crítica del gobernador Arcioni por la situación en Chubut
El gobernador Mariano Arcioni realizó una conferencia de prensa para hablar de la situación provincial. “Lo primero y más importante para decir es que la gran mayoría los empleados públicos han retomado sus tareas, han entendido la situación de la provincia y el esfuerzo que está haciendo el gobierno para con ellos”. No fue una declaración al paso. Se trató de la respuesta inmediata al rechazo de los docentes.
El gobernador fue un poco más allá y aseguró que los docentes “no aprobaron su propia oferta”. Una declaración que no cayó bien entre los gremios. “He tomado la decisión real, me he comprometido con la propuesta no descontar los días de paro de julio y agosto, para que vuelvan a las aulas; para este gobierno es una prioridad absoluta la educación. La intransigencia de mantener a los niños de los rehenes no hace bien a nadie”.
Ambito F.