Ayer jueves no fue un día normal de clases en la Ciudad de Buenos Aires. Muchas escuelas públicas no abrieron sus puertas o, en su defecto, tuvieron dictado de clases discontinuo. En total, según los datos oficiales del Ministerio de Educación, poco más de 15 mil docentes adhirieron al paro que convocaron dos gremios -la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS)– y que tuvo como principal reclamo el rechazo a que las jornadas de capacitación se desarrollen los sábados.
Los 15 mil maestros representan un 26% de la masa estatal total. En la Ciudad, que tiene 17 gremios docentes, solo el 40% de los educadores está afiliado a una organización sindical. Por eso, las huelgas docentes suelen ser de menor impacto que en otras provincias.
La medida de fuerza que convocaron UTE y ADEMYS tuvo como detonante que algunos Espacios de Mejora Institucional (EMI) pasen a los días sábados, pero incluyen una larga serie de reclamos. En el comunicado oficial de UTE, el gremio porteño de CTERA, se enumera: titularización de trabajadores, licencias médicas rechazadas, viandas escolares, falta de vacantes en nivel inicial, entre otros.
“Se votó la realización de un paro de 24 horas para el día jueves 22 y la realización de actividades descentralizadas y territoriales contra el atropello a los derechos laborales conquistados históricamente por lxs trabajadorxs, y en rechazo a la realización de las jornadas EMI los días sábados”, expresaron.
Del mismo modo, resolvieron que los capacitadores y afiliados que pertenecen a su sindicato no participarán de las jornadas programadas para el fin de semana y advirtieron que la semana próxima se volverán a reunir en asambleas para definir nuevas acciones.
Hoy por la mañana, la secretaria de Comunicación de UTE, Paula Galigniana, dijo que “más días de clase no implica más educación”. “Estamos siendo hostigados e intentando ser disciplinados por una política marketinera que lo único que busca es posicionar a Larreta en su carrera presidencial utilizando la educación como un slogan de campaña sin efectivamente dar una sola respuesta a las cosas que pasan adentro de las escuelas de la ciudad de Buenos Aires”, expresó en diálogo con Radio La Red.
Por su parte, ADEMYS lanzó un comunicado en el que señalan un “avasallamiento” a los derechos laborales y una “precarización de la educación”. El gremio conducido por la izquierda también hizo una huelga con una concentración en Callao y Corrientes.
La noticia de que las EMI pasarán a los sábados reactivó la polémica entre los sindicatos y el gobierno porteño. Hace dos semanas, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta anunció que se recuperará el día que se perdió por el feriado nacional decretado tras el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner. El lunes 31 de octubre habrá clases con normalidad en lugar de una jornada institucional que estaba programada. En su lugar, a fines de octubre, habrá una EMI un sábado.
Justamente de cara al próximo ciclo lectivo, uno de los objetivos será reducir la pérdida de días por las jornadas de capacitación docente, que hasta el momento se realizan con suspensión de clases. A partir del 2023, anunciaron, tres de las cinco jornadas EMI se llevarán adelante los sábados en las escuelas públicas. Según informaron, ese día extra conllevará un plus salarial, aunque para los gremios se trata de un cambio en las reglas de juego inconsulto.
Al respecto, la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, señaló: “Los sindicalistas de las escuelas cerradas eligen otra vez dejar a los chicos y chicas sin clases. Es su única reacción ante una propuesta del ministerio que no solo busca capacitarlos, sino que además les paga ese día como extra”.
UTE y ADEMYS son los dos gremios más combativos a la gestión de Rodríguez Larreta y Acuña. Entre el año pasado y este, ADEMYS convocó a 39 huelgas y UTE llamó a 30 paros por distintos motivos: contra la presencialidad, por la falta de titularización de cargos, por recomposición salarial, por la reforma del estatuto docente, entre otros motivos.
En la cartera educativa, consideran que la convocatoria a huelga es “meramente política” y “oportuna” porque se pega con el Día del Estudiante, que se celebró ayer, e implica una doble jornada no laboral. Como ocurre hace unos años, descontarán el día a los docentes que hoy se hayan ausentado.
Infobae