Todos los sábados asistían a un taller de plástica, pero cuando supieron que una vecina estaba internada y se aburría mucho, decidieron poner manos a la obra en este proyecto para alegrarla a ella y a todos los chiquitos que no lo están pasando bien.
Los Centros de Actividades Juveniles, más conocidos como CAJ, son parte de un programa nacional que busca incentivar la participación de los jóvenes en diferentes actividades y espacios complementarios a la jornada escolar. Estas clases especiales se dictan en general los días sábados y pueden tener los temas más variados.
Este es el caso de la Escuela Alejandro María de Aguado, ubicada en el departamento San Martín. En el CAJ de esta institución, se dicta, entre otras cosas, un taller de plástica, y fue allí en donde la solidaridad fue floreciendo en los alumnos. Es que este año se les ocurrió hacer dibujos y con ellos armar carpetas para que los niños que están internados en el Hospital, se pudieran divertir coloreando.
«Esta idea surgió alrededor de mayo en el taller de plástica mientras charlábamos sobre una vecinita que padece una enfermedad y que no puede ir a la escuela. Nos habían dicho que le gustaba mucho pintar así que surgió la idea de hacerle una carpeta con dibujos para que ella pudiera pintar. Después, los chicos decidieron hacerlo un poco más grande y armamos carpetas para el resto de los chicos que estuvieran internados», contó a Diario La Provincia la coordinadora del CAJ, Flavia Castro.
Uno de los ejes de esta materia es el cuidado del ambiente, así que a todo se le encuentra un segundo uso. «Las tapas de las carpetas están hechas de cartón reciclado, que proviene de las cajas en las que de lunes a viernes les reparten la merienda a los chicos. Fue un gran sacrificio para ellos el no pintar los dibujos porque realmente les encanta, e incluso en algún momento se olvidaban y agarraban un color», agregó la docente.
Lamentablemente, como son menores de edad, no pudieron entrar a repartir las carpetas personalmente, salvo a los que estaban en la sala de espera. Es por ello que las mujeres del Cuerpo de Voluntarios del Hospital de Niños, más conocido como CU.V.HO.NI, fueron el nexo para que todo lo elaborado llegaba hasta las manos de los pequeños.
Algunos profesores sí pudieron ingresar e incluso les hicieron algunas figuras con globos. «La idea es continuar el año que viene. Tal vez hacer shows de títeres en la sala de espera, o contar cuentos. Todos se quedaron encantados con la experiencia», sentenció la coordinadora.
La Provincia SJ
Dejar una contestacion