Una ciudad llamada Universidad pública

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La segunda Marcha Federal Universitaria por el financiamiento del sistema de universidades públicas, por los recursos para el funcionamiento de las casas de estudio y los sueldos de sus docentes y nodocentes, salió, como aquel significativo 23 de abril pasado de la primera marcha, de la cuadra donde está ubicada la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan. Pero el destino, esta vez, no fue el Edificio Central de la UNSJ sino la Legislatura Provincial. Por la naturaleza de ese recorrido, extenso por la Avenida Libertador San Martín, se vio que en la marcha había una multitud, miles de personas, que fue, por lo menos, tan nutrida como la de abril. A la Universidad de esta provincia, a gremios docentes y de trabajadores de diversas áreas, a la Federación Universitaria de San Juan, se habían ido sumando gremios, partidos, asociaciones y organizaciones de la Provincia. El paisaje era de una ciudad distinta. Una ciudad llamada Universidad pública.

“Libertad es poder estudiar”

Esa marea humana que abarcaba por varias cuadras todo el ancho gris del asfalto tenía un estandarte principal, que iba al frente: “No al veto. Sí al financiamiento universitario”, en referencia en lo que hasta ese momento era la posibilidad de veto por parte de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, emanada hace días por el Congreso nacional. Al frente de esa enorme columna podía verse al rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer; a la vicerrectora Analía Ponce; a la presidenta de la Federación Universitaria de San Juan, Cinthia de Luca; al secretario del gremio nodocente APUNSJ, Daniel Durán; el secretario del gremio ADICUS, Jaime Barcelona, entre otras personalidades. Detrás de esa primera fila había varias autoridades de la UNSJ, como el secretario de Ciencia y Técnica, Eric Laciar. Marcharon también personas políticas y funcionarios, como los intendentes de Rawson, Carlos Munisaga, y de Ullum, David Domínguez, o el diputado Horacio Quiroga. Entre todo, hubo varias expresiones de carteles, todas relacionadas con la defensa de la educación pública: “La casta no viaja en bondi. ¡Boleto educativo ya!”, “Marcha a favor de nuestro futuro”, “Ni negocio ni privilegio. Educación es mi derecho”, “No seremos la generación que deje morir la Universidad pública”, “Libertad es poder estudiar”. Incluso hubo un cartel que hablaba de legisladores que “están vendiendo la Universidad pública”.

Tristezas

En el espacio preparado para la ocasión en Las Heras y Libertador, el rector Tadeo Berenguer manifestó que en lugar de estar “en esta grata confluencia, deberíamos estar enseñando en las aulas, en los laboratorios, en los claustros de nuestras unidades académicas”. “La marcha es triste porque nos convoca a defender el salario digno de los trabajadores docentes y nodocentes de nuestra universidad. El Congreso aprobó una ley de financiamiento universitario que permita recuperar el poder adquisitivo de nuestros compañeros. Pero estamos bajo la amenaza de este gobierno que nos está acostumbrando a una actitud poco republicana, que es el veto a las leyes. Es triste porque el ataque a la universidad proviene desde lo más alto del Poder, con mentiras y calumnias para justificar el desfinanciamiento del sistema universitario”, expresó el Rector.

“Una estrategia clara de desmantelamiento”

Desde la Federación Universitaria, Cinthia De Luca había hablado antes de Berenguer. “Esta movilización es una expresión de unidad. La comunidad sanjuanina se ha reunido para dar un mensaje al gobierno nacional y provincial”, dijo De Luca. Luego, se refirió al veto: “Este veto no es un hecho aislado, forma parte de una estrategia clara de desmantelamiento de la educación pública, con el fin de privatizarla y convertirla en un negocio para unos pocos. Este gobierno no cree en la educación como un derecho, sino como un bien de mercado, accesible solo para quienes puedan pagarlo”.


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