- Debe concertarse un camino hacia una reforma integral, que configure una nueva escuela secundaria. Esa reforma debe contemplar dos ejes: primero una reforma en relación a la inversión, luego una reforma en relación a los aprendizajes. Las dos cosas deben ir de la mano hacia un nuevo modelo.
- El modelo educativo de la secundaria está atrasado respecto a los tiempos que corren: es necesario repensar sus bases y desarrollar uno nuevo que incorpore los nuevos desafíos y contextos de nuestro tiempo.
- Se debe optimizar la articulación de datos y formas de educación entre las provincias y la nación. Faltan indicadores de aprendizaje educativo, por ende se debe trabajar en una evaluación de datos del área periódica y sistemática para complementar a la ya existente.
- Falta concreta de diagnóstico frente a desempeños dispares y situación socioeconómica de los estudiantes.
- Las condiciones de las escuelas influye mucho respecto a las condiciones de aprendizaje: se debe identificar y ejecutar pautas y proyectos claros para abordar esta problemática.
- Reconocimiento de la pandemia del coronavirus como un punto de quiebre. Inflexión y cambio de perspectiva a partir de dicho proceso.
- La reforma integral en materia de educación debe imprescindiblemente contemplar al docente, sus perspectivas y sus necesidades.
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