La educación ambiental es un concepto esencial para el desarrollo sostenible y es clave para generar en la ciudadanía valores, comportamientos y actitudes orientados a promover un ambiente equilibrado. Esta disciplina aborda temas como el cambio climático, la biodiversidad, el uso sostenible de recursos naturales y la protección del medioambiente en general. Según afirma la Constitución Nacional, todas las personas tienen derecho a un ambiente sano y, en ese sentido, resulta muy necesario continuar fortaleciendo este enfoque educativo desde edades tempranas para que los jóvenes conozcan sus derechos y desafíos para poder transformarse en agentes de cambio.
En Argentina, hay un marco legal que busca promover este proceso pedagógico que incluye a la Ley de Educación Nacional, la Ley General del Ambiente, y la Ley de Educación Ambiental Integral. Sin embargo, es fundamental la colaboración de toda la sociedad en general para cumplir con los objetivos a largo plazo que se plantean, trabajando en conjunto con las nuevas generaciones y entendiendo que las decisiones que tomamos hoy tendrán consecuencias en el futuro.
Desde Pomera Maderas, una de las compañías de agronegocios de Insud, impulsamos el Programa «Más Bosques, Más Futuro» desde hace más de 10 años. La iniciativa está destinada a instituciones educativas de nivel primario y secundario, en localidades vecinas a los campos forestales en las provincias de Misiones y Corrientes. A través de este programa, que incluye una serie de actividades lúdicas para distintas edades, logramos involucrar a la comunidad educativa en una propuesta de contenidos sobre los bosques, las plantaciones, los ecosistemas y la producción forestal sostenible.
Adicionalmente, los niños, niñas y adolescentes que participan del programa, actúan como multiplicadores del mensaje entre sus familias y la comunidad en su conjunto. A la fecha, han participado más de 35 instituciones educativas, entre escuelas rurales y urbanas, y más de 8.200 alumnos.
La educación ambiental es un gran paso hacia el futuro sostenible que debemos construir. Permite que la sociedad se involucre, tenga conciencia del impacto de sus acciones y entienda que nuestros roles individuales tienen un impacto colectivo. Con más iniciativas que fomenten la incorporación de buenas prácticas, las empresas refuerzan su compromiso con el cuidado ambiental, promoviendo espacios lúdicos y didácticos para el aprendizaje. Es un instrumento para promover valores y cambios en las actitudes de las personas en favor de la preservación de los recursos naturales y su uso sostenible.
Cronista