Romina García, doctora en Astronomía de la UNSJ, analizó el resultado de la misión.
Desde el Grupo de Ciencias Planetarias del Departamento de Física y Astronomía de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, la doctora en Astronomía Romina García aseguró que “más allá del éxito de la misión de la NASA, en cuanto a que se logró impactar al asteroide Dimorphos para intentar desviar su trayectoria, ha dejado mucha información sobre el Sistema Solar. Al observar las imágenes del impacto, las rocas y el polvo, es posible estudiar su composición geológica, por ejemplo, e inferir información muy valiosa acerca de la formación del Sistema Solar”.
Hace dos días, la NASA impactó la sonda espacial DART, con el fin de realizar un ensayo de defensa planetaria. “La finalidad era conocer si con este impacto cinético (no había ningún explosivo) de la sonda contra el asteroide, se podría desviar su órbita. Es una misión encarada con el objetivo de estudiar métodos de defensa planetaria. Si el día de mañana un asteroide se acercara a la Tierra, poder saber si con un impacto se puede desviar su órbita”.
La investigadora explicó también que “la particularidad es que era un asteroide binario: es decir, un cuerpo de menor tamaño, orbitando alrededor de uno de mayor tamaño. El que se impactó fue el de menor tamaño, Dimorphos, que es satélite del mayor, Didymos. No son asteroides cercanos a la Tierra, por lo cual no representaba ningún peligro; por eso se decidió el impacto”.
También calificó a la misión como “exitosa” porque se concretó el impacto y se transmitió. Los cálculos fueron hechos con tal precisión que se logró el objetivo. Ahora viene la etapa de evaluar cuáles son los resultados. El impacto también fue seguido desde la Tierra y se pudieron ver los efectos del choque, como un gran levantamiento de polvo y desprendimiento de rocas del asteroide”.
Acerca del carácter de la defensa planetaria, Romina García definió que “son métodos que se van proponiendo para estar alertas si llegase a existir la posibilidad de que algún asteroide se acerque a la Tierra lo suficiente como para resultar peligroso. Hasta ahora no hay amenazas, pero esto se hace por defensa. Nos proveen las pruebas de estos mecanismos generados para estudiar en detalle qué se puede o no hacer, si es posible modificar la trayectoria de estos cuerpos”.
Finalmente, explicó que en San Juan no se llevan a cabo métodos de vigilancia planetaria ya que esta tarea se hace con grandes telescopios que están apuntando al cielo todo el tiempo. “Desde San Juan, se miden objetos puntuales. Tenemos personas que son observacionales y se dedican a observar asteroides y personas que son teóricas y se dedican a calcular órbitas. Pero sin duda esta experiencia va a traer mucho trabajo a quienes se dedican al estudio del Sistema Solar”, señaló.