La iniciativa también plantea «generar las capacidades específicas para comprender la trascendencia y funcionamiento de las herramientas financieras y bancarias, que permitan a los y las estudiantes tener una correcta asignación y administración de los recursos económicos a lo largo de la vida».
En sus considerandos, el texto establece que se «intenta subsanar uno de los grandes problemas que atravesamos como argentinos y argentinas en la actualidad, dado que, a nivel educacional, las y los jóvenes no encuentran espacios de enseñanza y aprendizaje que contemplen la alfabetización financiera».
Además, da cuenta de la última encuesta que realizó el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en la que Argentina ocupa el puesto 37º de los 39 países evaluados a nivel mundial sobre educación financiera. Asimismo, a nivel regional, está en el último lugar detrás de Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, con un índice del 11,5. «Es decir, que nuestro país no solo está rezagado a nivel mundial, sino también en el plano regional, en lo que refiere a la formación financiera y bancaria», continúa.
«El objetivo principal de este proyecto de ley es disminuir la brecha social, para que las y los jóvenes de todos los sectores sociales del país tengan acceso a la educación financiera y a las herramientas bancarias necesarias para desenvolverse a lo largo de su vida», agrega.
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