Esquemas bimodales; aulas híbridas; prácticas en salud y laboratorios; tutorías; exámenes y acompañamiento a ingresantes son algunas de las múltiples estrategias que las universidades están implementando para incorporar presencialidad en sus aulas a medida que continúa el descenso sostenido de casos y avanza la inmunización.
Al respecto, el ministro de Educación Nacional, Nicolás Trotta, señaló: «La mejora de los indicadores epidemiológicos, junto al avance en el proceso de vacunación y el aumento de las temperaturas en el territorio argentino, nos ofrece la posibilidad de dar paso a nuevas instancias que continúen fortaleciendo la presencia en las aulas, y por supuesto, esto incluye las aulas de nuestras universidades».
La Universidad Nacional de Moreno, por ejemplo, definió que en todos los años de todas las carreras haya materias con carga horaria presencial, para que los estudiantes puedan recuperar el vínculo más estrecho con la universidad. Para ello, dividió la modalidad de las materias en tres: semipresencial (50% horas presencial – 50% horas virtual) para las clases de laboratorio y talleres; y virtuales con encuentro (30 presencial – 70 virtual) y virtuales (100% virtual) para las materias teóricas.
En el caso de la Universidad Nacional de La Plata, a la Facultad de Ciencias Económicas que fue la primera en retomar la presencialidad a principios de mes, se suman ahora Arquitectura, Derecho y Ciencias Naturales, que abrirán sus puertas para exámenes de manera presencial y optativa, uso de la biblioteca y recibir atención personalizada en el Departamento de Alumnos. Para los exámenes presenciales, la modalidad será por turnos distribuidos de 8 a 19, con la posibilidad de extender hasta las 22. Se utilizarán aulas con ventilación y amplitud, respetando un aforo del 25% de la capacidad y se deberá rendir con tapabocas y con un panel de acrílico separador entre el docente y el alumno.
“La pandemia nos impuso millares de desafíos y urgencias” señala el Secretario de Políticas Universitarias Jaime Perczyk y detalla: “es por eso que es muy importante que las Universidades sigan avanzando en la conformación de esquemas bimodales” ya que implican “no retornar a un modelo idéntico al prepandemia sino capitalizando lo que el sistema universitario argentino ha aprendido durante la emergencia sanitaria: aprovechando los beneficios de la virtualidad, las clases híbridas, los encuentros sincrónicos y asincrónicos y robusteciendo la presencialidad con clases prácticas, de consulta, intercambio y debate”.
En el caso de la Universidad Nacional de Cuyo, bajo el concepto de “presencialidad inteligente” cada unidad académica adoptó su propia metodología en virtud de la autonomía de la que gozan. Por ejemplo, en la Facultad de Ciencias Agrarias se prioriza el cursado presencial para los cursos de 1°, 2° y 3° año de todas las carreras. En cuanto a los 4° y 5° años, se continúa con una presencialidad más focalizada en las prácticas. La Facultad de Ciencias Médicas, por su parte, continuará con la presencialidad en laboratorios y prácticas hospitalarias y en los exámenes, como viene ocurriendo desde febrero de 2021. En tanto, las autoridades de la Facultad de Ingeniería optaron por la opción de aulas híbridas, es decir, clases presenciales con una cantidad acotada de estudiantes -admitida por el distanciamiento y los protocolos vigentes-, y la participación en simultáneo del resto de los estudiantes conectados remotamente.
Para que las universidades puedan implementar el sistema de aulas híbridas, la Secretaría de Políticas Universitarias lanzó en junio pasado el Plan de Virtualización de la Educación Superior II (PlanVES II). Esta iniciativa significó una inversión de 1.500 millones de pesos para que las instituciones adquieran equipamiento y capaciten a sus profesionales para el dictado simultáneo de clases presenciales y su transmisión vía streaming, que permiten un alcance mayor de alumnos y facilitan el material grabado para su permanente consulta. En 2020, el ministerio ya había puesto en marcha la primera etapa del PlanVES, con otros $1.500 millones de inversión.
En la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Villa María, ya se dictan clases presenciales todas las semanas en materias como Anatomía y Fisiología, mientras que en Terapia Ocupacional se plantean diversos encuentros presenciales a lo largo del cuatrimestre. La carrera de Lic. en Composición Musical, de la misma Universidad, retornó las prácticas corales, de guitarra y canto, y en Diseño y Producción Audiovisual los rodajes de trabajos prácticos ya son presenciales. Lo mismo ocurre en las carreras de Ciencias Básicas y Aplicadas, que cuentan con encuentros áulicos en diferentes materias. El rector, Luis Negretti, expresó: “Proyectamos un retorno mixto, donde estarán presentes el trabajo áulico combinado con las herramientas digitales a las que nos acostumbramos en este último tiempo y que fueron beneficiosas para el desempeño laboral y estudiantil”.
En tanto, la Universidad Nacional de Rosario abrió mesas de exámenes presenciales durante julio y agosto y ya comenzaron las prácticas y laboratorios en las carreras de Cs. Agrarias, Odontología, Bioquímica, Derecho, Ingeniería y Medicina. Una vez finalizados los turnos de exámenes, retomarán el resto de las carreras. Además, se priorizó la realización de actividades presenciales para los ingresantes 2020 y 2021, que fueron los más afectados por la situación epidemiológica, ya que cuando debían comenzar su primer cuatrimestre universitario, se desató la pandemia. Asimismo, para llegar a quienes no puedan asistir personalmente, se están llevando adelante clases por streaming en las 12 facultades. “Estamos entusiasmados de reencontrarnos porque es indispensable recuperar la presencialidad pero, al mismo tiempo, estamos haciendo un gran esfuerzo para sostener aquellas cuestiones que trajo la virtualidad y que nos permiten derribar obstáculos tradicionales para el acceso a la universidad, como conciliar horarios de trabajo y cursada y las dificultades de muchos jóvenes para mudarse y sostener una vida en Rosario”, analizó su rector, Franco Bartolacci.
Por su parte, la Universidad Tecnológica Nacional, en su regional San Francisco, planificó más de 100 actividades académicas presenciales hasta fines de noviembre. Intensificó el retorno gradual para trabajos prácticos y de laboratorios, exámenes y clases de consultas. Asimismo, en la regional Delta, comenzaron a organizarse prácticas presenciales en laboratorios para grupos reducidos de 4° y 5° año de Ingeniería y visitas de estudiantes de 1° y 2° año para que puedan conocer las instalaciones de la facultad.