El Consejo Superior (CS) de la UNSJ ya lo aprobó de manera unánime: un proyecto de paridad de género presentado por cinco mujeres de esta Universidad comenzará a tratarse y, de esa manera, se dará un paso gigante en materia de ampliación de derechos en esta casa de estudios. Porque la paridad de género posibilita a mujeres acceder a espacios de decisión política y de gestión, es decir, romper límites impuestos desde la cultura patriarcal, límites que configuran un “techo de cristal” que hay que romper. En eso está la UNSJ. En su última sesión, el CS determinó que el anteproyecto pase a los Consejos Directivos de cada Facultad para que sea tratado y enriquecido con aportes. Una vez cumplido todo, el tema llevará a una modificación del Estatuto Universitario.
Elaborado por Laura Garcés, María del Carmen Zorrilla, Sandra Buso, Rosa Figueroa y Yanina Jotayán, mujeres de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) de la UNSJ e integrantes del espacio político Primero Sociales, de esa unidad académica, el anteproyecto se denomina “De incorporación de la Paridad de Género en los cargos electivos y de gestión de la Universidad Nacional de San Juan”. Laura Garcés contó que para su elaboración tomaron como referencia un trabajo de María Pía Rossomando Ramírez, egresada de Historia de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ. Ese estudio se llama “¿Paridad o espejismo de igualdad normativa? Análisis de la estructura científica y universitaria de la UNSJ en clave de género”.
En su presentación para su tratamiento en el CS, las autoras consideraron: “Si bien esta incorporación implicará una modificación estatutaria y, en ese marco, el debate e intercambio indispensable en el seno de las distintas unidades y dependencias de nuestra Universidad, creemos de suma importancia la consideración de la perspectiva de género al momento, por ejemplo, de la elaboración de listas de Consejos Directivos y Superior en las próximas elecciones que atravesaremos. Es en nuestras prácticas donde podemos empezar a producir cambios, al mismo tiempo que discutimos la normativa”. Es decir que la paridad de género ya empieza a estar presente en la UNSJ.
Las autoras también sostienen que la implementación de la paridad de género como normativa “es fundamental para garantizar el principio de igualdad, en el marco de una política integral de género impulsada desde la propia universidad que apunte a generar las condiciones para que exista el acceso efectivo de las mujeres a los roles jerárquicos, de autoridad y de representación política”.
Una sociedad más democrática
En el anteproyecto, las mujeres de la FACSO proponen: “Si deseamos conocer el nivel de desarrollo de la democracia en una sociedad, se debería investigar si en sus instituciones aumentó o no el número de quienes tienen derecho a participar en las decisiones que les atañen, y si crecieron los espacios en los que pueden ejercer ese derecho. De esta forma, la implementación de la paridad de género como normativa es fundamental para garantizar un principio de igualdad, siendo acompañada de una política integral de género fomentada desde la propia universidad que apunte a generar las condiciones para que exista el acceso efectivo de las mujeres a los roles jerárquicos, de autoridad y de representación política”.
El texto también dice, apelando al mencionado estudio de Ramírez Rossomando, que la UNSJ “es una institución que muestra un alto grado de masculinización en la distribución de los cargos de gestión más altos de la jerarquía institucional universitaria”. Las autoras luego citan a la socióloga e historiadora Dora Barrancos: “La Universidad debe resolver con normas la cuestión de los cargos y su distribución debe ser paritaria, una tarea que requiere de mucha movilización por parte de las mujeres”. Y agregan: se trata de “un trabajo conjunto con los varones que integran la institución”.