El Consejo Directivo de la Unión Docentes Argentinos (UDA) le reclamó al Gobierno que declare la emergencia alimentaria, nutricional y educativa. El pedido ocurre en sintonía que lo solicitado el 30 de agosto por la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
«Coincidimos absolutamente -lo observamos en nuestra diaria tarea- con lo advertido por la Iglesia respecto del aumento de la indigencia, la pobreza, la desocupación y el aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica», alertaron y agregaron: «Nos encontramos en una situación de emergencia alimentaria y nutricional, que afecta esencialmente a los más vulnerables, en especial a los pequeños».
«Esta dura realidad impacta dramáticamente en el sistema educativo argentino con la multiplicación de niños, niñas y adolescentes que no pueden acceder a la indispensable nutrición diaria vital para desarrollar el proceso educativo con regularidad en las aulas», argumentaron.
«Es doloroso observar que muchos niños y niñas asisten actualmente a la escuela con -el casi exclusivo- objetivo de poder acudir al comedor escolar. En muchísimos casos se ha convertido en la única comida diaria», lamentaron y agregaron que «las implicancias en el sistema educativo son gravitantes y la alimentación deficiente de nuestros alumnos se ve reflejada en el bajo rendimiento escolar, a los cuáles, además, se los pretende evaluar».
Por eso reclamaron «el pago perentorio de una cuota extraordinaria del FONID equivalente al bono que percibirán los trabajadores de la administración pública nacional ($5000 pesos)» y advirtieron que «desconocer este reclamo docente implica una evidente discriminación entre trabajadores estatales inconcebible».
Asimismo reclamaron «el incremento del monto del FONID actualmente congelado por la Administración nacional; el restablecimiento del fondo compensador docente y que se convoque la paritaria federal docente, única herramienta legitima que los trabajadores tenemos para negociar colectivamente con nuestro empleador».