En la Argentina hay más de 2 millones de personas que estudian carreras universitarias y de posgrado.
De acuerdo a un reciente informe de la consultora Claves, a fines de 2017 había aproximadamente 450.000 alumnos inscriptos en entidades privadas de educación superior, mientras que las públicas habían absorbido a más de 1,7 millones de estudiantes. Esto significó un total de 2,15millones de personas enroladas en carreras de pregrado, grado y posgrado en todo el país.
El sector público se financió ese año con 79.351 millones de pesos, que corresponden al presupuesto asignado para el área. Esto incluye a las 69 universidades nacionales.
Por su parte, el sector privado estaba compuesto de 58 universidades e institutos terciarios que en 2017 tuvieron ingresos por alrededor de 18.627 millones de pesos en conjunto. No obstante, esa facturación es variable de acuerdo a las regiones y al»share» en cantidad de alumnos:
En el sector privado estaban inscriptos 447.822 alumnos en 2017. De ese total, el 93% pertenecen a carreras de pregrado y grado, lo que deja a más de 30.000 alumnos en programas para graduados y maestrías.
La mencionada consultora estima que en 2018 en estas instituciones se verificó un crecimiento en alumnos de cerca del 1%, y del 27,5% en valor. Esto en contraposición al sector público, que creció un 3,5% en cantidad de inscriptos.
En el sector privado al menos, la consultora detectó el año pasado alrededor de 452.800 inscriptos, con 422.000 en carreras de grado y pregrado, y unos 30.800 en las de posgrado.
Esto significaría que los ingresos de estas instituciones se elevaron el año pasado a 23.748 millones de pesos, con un crecimiento del 27,5% respecto de 2017 en valores. Esta ecuación dejó una vez más en «orsai» a las entidades que no pertenecen al sistema estatal frente al avance de la inflación, como ya les había ocurrido en años anteriores.
«La facturación de universidades privadas hasta 2015 venía creciendo bien en valores, por sobre la inflación. Pero de ahí en adelante notamos que paulatinamente se viene deteriorando. Si bien creció 28% año a año, tuvimos en 2018 una fuerte inflación y el sector en términos reales cayó», evaluó Daniel Ripari, Director de Análisis Competitivo de Claves.
«Más aún, esperamos que en 2019 vuelva a repetirse este escenario: ante una inflación que va a ser como mínimo del 37% anual, sus ingresos van a crecer apenas un 29%», apuntó.
Por otra parte, al hacer esta evaluación en dólares, lo que se denota es que el sinceramiento del tipo de cambio en 2016, con el inicio de la gestión de Cambiemos y la apertura del cepo, redundó en una baja del 16% de los ingresos de este segmento del mercado. En 2017, según evaluó el ejecutivo de Claves, hubo una mejora de 11% medida en dólares por el nuevo retraso del tipo de cambio y una suba en los aranceles, que estuvo levemente por encima de esos valores. Pero nuevamente en2018, por la «estampida del 105% que tuvo el dólar», el giro del negocio de las universidades privadas fue un 27% menor.
«Estamos en una situación general de deterioro del sector», resumió Ripari, y estimó que en parte a esto se debe el crecimiento de la matrícula de grado y pregrado en universidades públicas.
«En grado y pregrado hubo más crecimiento de la universidad pública, respecto de cantidad de alumnos, a partir de 2016 en adelante. Por ejemplo, en 2018 las privadas tuvieron una matrícula 1,1% superior y las públicas 3,5%. Hubo un mejoramiento también de los servicios, de la infraestrucura y la apertura de muchas universidades públicas en los últimos años», amplió el analista.
Así y todo, Claves anticipa para 2019 una caída en la cantidad de inscriptos tanto degrado, y posgrado como en capacitación. «Quizás sean tasas negativas en los tres segmentos. Donde menos se va a sentir en alumnos de grado. No son fuertes las caídas, de -1%, pero este año entramos en terreno negativo», se lamentó Ripari.
«La crisis de las Pymes sobre todo es muy fuerte. Hay menos propensión por parte de las empresas a financiar empleados en carreras de maestría o doctorados», indicó. Y también recordó que «estamos en medio de un año de incertidumbre, eleccionario».
Al no haber buenas perspectivas en cuanto a la recomposición salarial ni de las cifras de empleo, sumado al nivel de endeudamiento de las Pymes, Claves no augura una mejora en el corto plazo. Incluso si en el segundo semestre los indicadores económicos cambiaran para mejor, las decisiones de formación para este año se tomaron sobre todo al inicio del ciclo lectivo. «No se puede revertir la situación en el año, es imposible», dijo tajante el experto.
Tendencias emergentes
Derecho, Administración de empresas, Contador Público, Psicología y Enfermería siguen siendo las carreras más demandadas por los alumnos argentinos, aun cuando la oferta de opciones se ha ampliado mucho en los últimos 15 años, según comprobó la mencionada consultora en investigación de mercado.
Claves divide los tipos de carrera universitaria en cuatro grupos. Uno es el de las Ciencias Sociales -Administración de empresas, Economía, Abogacía, Contador, Sociología, entre otras-, que concentran el 52% del alumnado. En 2012, tenían el 56% de la matrícula.
En tanto que las carreras de Ciencias de la Salud agrupan al 16% de los alumnos, las de Ciencias Humanas otro porcentaje similar y las de Ciencias Aplicadas -Informática, Arquitectura, Ingeniería, Bioquímica, etc.- tienen el 14% y vienen creciendo de a poco.
«Hay un corrimiento; lentamente van cambiando y hay un surgimiento de carreras cortas y tecnicaturas. Todas las universidades, tanto tradicionales como especialistas, ven que éstas están creciendo más que las largas, sobre todo en Ciencias Aplicadas donde además hay más demanda laboral y carreras nuevas», dijo Ripari.
El informe de la consultora detalla que hay un fuerte desarrollo de ofertas flexibles y adecuadas a las necesidades laborales actuales. Las áreas con mayor cantidad de propuestas en este sentido son Tecnología, Negocios, Diseño, Gestión de Medios, entre otras.
En ese marco, también destaca que las instituciones tradicionales de Buenos Aires reducen el ritmo de crecimiento de su matrícula, mientras que las de dedicación completa crecen por encima de la media, y el pequeño grupo de entidades que dominan la educación a distancia continúan creciendo a tasas de casi 2 dígitos.
Claves distingue cuatro tipos de universidades. Las Tradicionales de Buenos Aires -la UADE, la UCA, El Salvador, UCES, Palermo, UB-, que tienen la mayor cantidad dealumnos (entre 15.000 y 35.000 personas); las Especialistas -Austral, ITBA, SanAndrés, Di Tella, UCEMA, etc.- (con menor cantidad de alumnos y aranceles másaltos), las Regionales – Kennedy, la de Morón, la de Flores, la UAI, la de Mendoza, entre otras- y las universidades de capacitación a distancia, que tienen hoy unos100.000 alumnos (la cuarta parte del estudiantado del sector privado).
«Las tradicionales vienen creciendo a un ritmo más lento año a año en cantidad de alumnos tanto en grado como en posgrado. Son universidades de trayectoria, con alto reconocimiento, apuntan a un target medio o medio alto. Crecen a menor ritmo que las especialistas o las de educación a distancia», reflexionó Ripari.
Claves apuntó que la Universidad Siglo 21 es la que tiene la mayor cantidad de alumnos de grado y pregrado entre las instituciones privadas, y consignó que el mayor activo con el que cuenta esta institución es su «imagen de marca». En tanto que la Universidad Torcuato Di Tella es la que tiene mayor cantidad de inscriptos en posgrados y maestrías, y la consultora lo atribuye al prestigio de su plantel docente.
Por último, si bien no se brindaron datos acerca de a cuántos alumnos representa el segmento de capacitaciones, se calcula que en universidades e institutos privados se constituyó en un mercado de alrededor de 970 millones de pesos en 2017. Allí la Universidad Austral es la líder, sobre todo gracias a sus vínculos con el sector empresarial y productivo.
Perspectiva a futuro
Desde Claves identificaron una serie de factores que podrían representar amenaza su oportunidades para las empresas y entidades educación superior en el corto y largo plazo.
Algunas de ellas corresponden tanto a instituciones privadas como a las públicas. Por ejemplo, ante la crisis económica que atraviesa el país «podría surgir la necesidad de otorgar becas temporales para evitar la deserción de aquellos alumnosque pierdan o vean disminuidos sus ingresos», indicó Claves. Aunque reconocen que esto no sería fácil para organizaciones privadas que vienen perdiendo sostenidamente frente a la inflación.
No obstante, el análisis remarca también que «la fuerte devaluación del peso argentino favorece la llegada de estudiantes extranjeros, dado que el costo medido en dólares de estudiar y vivir en Argentina se redujo a la mitad». Los analistas de Claves indican que la llegada de alumnos de otros países se produce especialmente de América Latina.
«En 2018 el costo universitario cayó casi a la mitad para los extranjeros que vinieron a la Argentina a estudiar. La cantidad de alumnos de otros países crece año por año ylo hizo mucho en 2018», apuntó Ripari. Según pudo contabilizar Claves, el año pasado hubo cerca de 60.000 estudiantes extranjeros en niveles de grado y posgrado.El 70% en la universidad pública y el restante 30% en las privadas.
Por último, la consultora asegura que el mayor crecimiento de la matrícula se da también en segmento de educación online a distancia, que puede incrementarse a dos dígitos año a año.
«Actualmente casi un cuarto de la cantidad de alumnos de grado totales para las Universidades Privadas utilizan la modalidad a distancia, y se estima que continuará creciendo, de la mano de la Universidad Siglo 21 y de otras universidades privadas que irán ingresando a esta modalidad», informan.
IProfesional